La Tía

​Qué bonito se siente tener sobrinos y escuchar que te dicen Tía; y si como dicen por allí que ellas no son como la mamá en cierta forma es verdad porque el rol de regañar y poner un sin fin de reglas no es el de la Tía; si ellas son esa hada madrina alcahueta con la que ríes en cantidad y te compran muchos dulces porque el tiempo que están es limitado si no viven con los sobrinos y cuando llegan se vive una aventura que no quieren que termine, como unas divertidas vacaciones.

Sin pretender generalizar porque como siempre no todas las personas son iguales, hoy hablaré de mí como Tía y de la Tía de mis hijas; yo soy feliz con mis sobrinos sobre todo los más cercanos que son los hijos de mis hermanas y los quiero un montón sobre todo si además soy también madrina de alguno de ellos. Soy de las que no los regaño, ni mandona y los consiento muchísimo.

La foto es de mi hermana con mi pequeña Sofía de apenas un año, de hecho ese día era su cumpleaños; todo lo que tengo que decir es tanto y faltarían siempre palabras para decir y más páginas para escribir de como es ella; la Tía favorita, la más divertida y la que les da todos los dulces que quieren a mis hijas y a todos sus sobrinos. Es cariñosa y sobre todo está presente siempre así sea por medio de llamadas, pero está en todos los momentos y las niñas la adoran.

Allí esa fotografía es de hace 14 años, Sofía tiene una chupeta y aunque yo estaba pendiente de que estaba muy chiquita y no le dieran dulces, su Tía le daba todos los que quisiera y hasta hoy eso no ha cambiado.