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​​Libres

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Aquellos días de una lamentable pandemia mundial, que nadie quisiera recordar, pero se hace un tanto imposible olvidarla. Una tarde por allá en el año 2021, después de mucho tiempo encerradas en casa sin salir a ninguna parte sin pretender exagerar, salieron las niñas y digo ellas porque papá y mamá si iban a la calle a comprar básicamente la comida y bueno cumpliendo con todas las medidas de seguridad exigidas; pero las niñas se quedaban porque no había necesidad de llevarlas a un supermercado.

Esa tarde maravillosa salimos y ellas no lo podían creer; lo primero que pensamos fue en llevarlas a un lugar muy abierto y grande para que no tuvieran mucha gente alrededor y bueno, la playa fue la mejor opción. No fue para darse un chapuzón como provocaba porque creo que para entonces aún estaba prohibido; sin embargo, corrieron como sintiéndose libres en la orilla de la playa, yo me senté a observarlas porque realmente estaban felices, era como las 5 de la tarde aproximadamente y nos quedamos viendo el atardecer hasta que se ocultó el sol y volvimos a casa.

Poder sentirse así, sin ataduras, sin tapabocas, porque mientras que no estuvieras con otras personas cerca podían quitárselo. Son esos pequeños instantes en la vida donde lo que parece simple es grandioso, significativo y gratificante, momento para agradecer primero por la salud y por la oportunidad de tener lugares como ese cerca que permitían esa libertad para correr.

Finalmente, todo después volvió a la normalidad, pero sí que estuvo llena de retos y mucho aprendizaje. ​