Antes de aprender fotografía, mi vida era simple, objetiva y vacía. No era más que levantarme en horas tempranas por la mañana, servirme una o dos tazas de café, tomar mi desayuno y salir a cumplir con mi rutina correspondiente pero todo cambió al sumergirme en este bello arte el cual hizo que mi vida cambiara completamente.
Aprendí a observar, a pensar e incluso a crear y es por eso que quiero compartir con ustedes este post, para que juntos aprendamos a valorar las cosas más sencillas de nuestro día a día, como por ejemplo, nuestra rutina diaria.
Desayunar a las 6: 58 AM en verano, la luz se levanta conmigo temprano y hace que despegar mi cuerpo del colchón no sea tan pesado.
7:43 AM por supuesto, esto no es para todo el mundo, mucho menos para mi compañero peludo. Yo siempre me levanto antes que él y casi siempre tengo que despertarlo para sacarlo a pasear antes de que haga algún desastre dentro de la casa.
8:12 AM También le dedico un poco de mi tiempo a mis plantas, sobre todo a esta que es mi favorita.
8:30 AM Me alisto para salir. No soy muy buena tomándome autorretratos pero de igual manera, improvisar nunca está demás.
9:00 AM Me despido de mi pequeño y salgo a la calle. La mayoría de las veces toma sol en ese lugar y no hay nada que lo mueva (a no ser que se trate de comida)
Ya en camino a hacer alguna diligencia, voy por las calles de la hermosa ciudad de Córdoba.
4:02 pm Al llegar lo primero que hago es quitarme los zapatos. No hay mejor sensación que esta.
6: 00 pm Ya empieza a anochecer y antes no puedo dejar de tomarme otra taza de café (tomo mucho café, que conste)
10: 57 PM y a dormir luego de un largo día.
Esto es todo por ahora. Espero poder compartir con ustedes más cositas así. Un abrazote gente :)