The Friends Who Departed (Eng-Esp)

Greetings, friends of this beautiful community of Holos & Lotus.

Friendship is something so beautiful, so special, and necessary that I can't imagine myself without my friends. I don't have many, but the ones I care about have accompanied me along the way for years, some since early childhood.

I have so many fond memories, so many good deeds that I feel I'll never be able to repay them the way they deserve. My friends are wise people, with a good sense of humor, humane, loyal, always willing to listen and accompany me in my processes.

Choosing them was never a one-day task. Life presents you with hundreds of people whom you observe carefully for years, not because you assume an evaluative position, but because observation is inherent to human beings; it's not simply the most commonly used research method. Observing people is a way to discover their essence and ultimately accept them as they are. That's why, when, years later, I realize I've chosen someone for myself, that person becomes my acquired family, and there's almost no chance of that acquisition being reversed, because I've learned to know them so well that embracing them in my life is an act of complete acceptance.

Now, I'd like to dedicate this post to those friends who emigrated to other lands; to the friends who, even when they're far away, remain by my side. A few months ago, one of them asked me about my mother's health; when I told her she needed eye surgery, she moved heaven and earth to get us everything we needed but hadn't been able to acquire. Others have been attentive to my son, to what he might need, as if they were adoptive mothers or carrying their own blood. There are friends always willing to listen, to send words of encouragement, advice, and even memes that make me smile the biggest smile of the day.

If I'm completely honest, I'm a somewhat difficult person. That's why my oldest friend, the one I've been with since preschool, often tells me: "To love you, it must to love you". In other words, although I have my own unique characteristics, once I'm accepted, it becomes an act of endless dedication.

I'll never forget the time I planned my son's fourth birthday party. I wasn't very good at it, not only because event planning isn't my strong suit, but also because we were in the middle of a pandemic. Then my friend, who'd known me since I was twelve, arrived and, upon opening the door, chided me: "But, Lía, is this really a birthday party?" Right there, she began blowing up balloons, decorating, and livening up the event.

The friends who are no longer here went in pursuit of their dreams, even though we dreamed together here. The friends who are no longer here continue walking the streets we once walked, sitting on the same benches, sipping the coffee we shared so often.

Some have been able to return, and the reunion has been a melting pot of emotions, as if they had never left.

When I think about all this, I realize I'm a lucky person. I thank the Universe for blessing me in such a beautiful way. I've been through truly difficult times, and they were there. I hope that one day words will be enough, as will my actions of gratitude. May the sky shine brightly for them.💜

Dear Community, I declare that I wrote this post without help from AI. The images belong to me and the banners were created in Canva, by @yuraimatc.

LAS AMIGAS QUE PARTIERON

Saludos, amigos de esta hermosa comunidad de Holos & Lotus.

La amistad es algo tan hermoso, tan especial y necesario que soy incapaz de imaginarme sin mis amigos. No tengo muchos, pero los que cuentan me han acompañado en el camino durante años, algunos desde la más temprana infancia.

Poseo tantos recuerdos gratos, tantas buenas acciones que siento que nunca podré retribuirles de la manera que merecen. Mis amigos son personas sabias, con buen sentido del humor, humanos, leales, con disposición siempre para escucharme y acompañarme en mis procesos.

Elegirlos nunca fue tarea de un día. La vida te va presentando cientos de personas que observas detenidamente durante años, no porque asumas una posición evaluadora, sino porque observar es inherente a los seres humanos, no por gusto es el método de investigación más empleado. Observar a las personas es un modo de descubrir sus esencias para terminar aceptándolas tal como son. Por eso, cuando al cabo de los años sé que he elegido a alguien para mí, esa persona se convierte en mi familia adquirida y no existe casi ninguna probabilidad de que tal adquisición se revierta, pues he aprendido a conocerla tanto que asumirla en mi vida es un acto de aceptación cabal.

Ahora bien, este post quisiera dedicarlo a esas amigas que emigraron hacia otras tierras; a las amigas que aun cuando están lejos continúan a mi lado. Hace unos meses una de ellas me preguntó por la salud de mi mamá; al decirle que había que operarla de la vista movió cielo y tierra para conseguir todo lo que necesitábamos y que no habíamos podido adquirir. Otras han estado pendientes de mi hijo, de lo que puede hacerle falta, como si fueran madres adoptivas o llevaran su propia sangre. Hay amigas siempre dispuestas a escuchar, a enviar la palabra de aliento, el consejo y hasta los memes que me sacan la sonrisa más amplia del día.

Si les soy del todo sincera, soy una persona un tanto difícil, por ello mi amiga más vieja, esa que viene conmigo desde la edad preescolar suele decirme “a usted para quererla, hay que quererla”, lo que en otras palabras significa que, aunque tengo mis características, una vez que me aceptan se vuelve un acto de entrega infinita.

Nunca olvidaré la vez que preparé el cumpleaños número cuatro de mi hijo. No tenía mucha cabeza para ello, no solo porque la organización de eventos no es mi fuerte, sino porque nos encontrábamos en medio de la pandemia. Entonces llegó aquella amiga que me conocía desde los doce años y al abrir la puerta me reprochó: “Pero, Lía, ¿de verdad esto es un cumpleaños?”. Allí mismo comenzó a inflar globos, a decorar y a amenizar la actividad.

Las amigas que no están fueron en busca de sus sueños, aunque aquí soñábamos juntas. Las amigas que no están siguen por las calles que transitamos, se sientan en los mismos bancos, se toman el café que compartimos tantas veces.

Algunas han podido regresar y el reencuentro ha sido una amalgama de emociones, como si nunca hubieran partido.

Cuando pienso en todo esto entiendo que soy una persona afortunada. Doy las gracias al Universo por bendecirme de un modo hermoso. He transitado momentos realmente difíciles y allí estuvieron. Espero que algún día las palabras sean suficientes, así como mi acción de gratitud. Que el cielo brille inmenso para ellas. 💜

Estimada Comunidad, declaro que escribí este post sin ayuda de la IA. Las imágenes me pertenecen y los banners fueron creados en Canva, por @yuraimatc.

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