Buen día, amigos de Holos&Lotus, espero que estén muy bien, sanos y llenos de dicha.
#
En la secuencia de ser columnista por un día, @finec, nos propone conversar acerca de nuestra perspectiva hacia los vínculos amorosos, ¿qué los promueve? ¿de qué manera influyen en nosotros? Y otros aspectos más, que sin duda, nos ayudarán a reflexionar en la forma en la que conectamos y nos desenvolvemos en cuanto a relaciones humanas amorosas se refiere.
#

#
Personalmente, me resulta curioso todo el proceso que generalmente se puede vivir al conectar con una persona para formar una pareja, y luego más allá, permanecer en el tiempo, sorteando las dificultades y disfrutando los regalos que esa unión da.
#
El vínculo que se genera cuando un par de personas se conocen y comienzan a establecer un contacto más personal y que paso a paso avanza, hasta concretarse, en una unión fuerte, es increíblemente digno de investigar y de analizar. Muchos opinan que ese vínculo se forma con el tiempo, porque primero ambas partes deben conocerse bien; sin embargo, en mi historia personal no fue así.
#

#
Crecí en un entorno familiar muy bonito, en el que veía a mis padres tratarse con respeto e incluso había en su convivencia de pareja, muestras de cariño y de afecto. Tendría yo 7 años, creo, cuando en un cumpleaños de mi mamá, papá le llevó rosas y yo grabé en mi mente, que aquello era bueno y lo aprobé. Mi padre era colaborador y nos trataba a todos en casa con mucho amor, y eso forjó en mí la imagen de que éramos una familia amorosa y unida, y de que la figura del hombre amoroso y protector es indispensable para un hogar. Hasta que cumplí 20 años, toda la olla se destapó. Mi padre le había sido infiel muchas veces a mi mamá, y ella, por fin, tomó las riendas de su felicidad y lo mandó a freír espárragos.
#
No quepa la menor duda de que mis hermanos y yo, apoyamos 100% la decisión que tomó mi madre de quererse y alejarse de la tristeza y el desengaño. Tampoco quede la menor duda de que seguimos amando a nuestro padre, sin condiciones, porque aunque falló como esposo, en su papel de padre se lleva el 1000% del premio mayor.
#
Yo conocí a mi hoy esposo cuando tenía 18 años, dos años antes de que se destapara la olla a presión, que significaba el matrimonio de mis padres. Lo que significa que mi subconsciente ya había almacenado suficiente información positiva con respecto a las parejas. Yo creía y creo, en la fidelidad, en el respeto, en el compartir bonito y en muchísimas cosas más. De manera que, así lo manifesté y el amor que llegó a mi vida llegó con fuerza y sin venenos, ni nada negativo por el estilo.
#
Sin embargo, el vínculo que se dio entre mi esposo y yo, fue prácticamente inmediato. Y todavía 27 años después, me pregunto cómo fue posible aquello. Nos conocimos en una fiesta de unos amigos en común y a las ocho horas de conocernos, conversar y bailar, salimos de aquel lugar, enamorados y siendo novios hasta el sol de hoy, y los soles que vendrán.
#
Es cierto que nuestro vínculo se fortaleció con el tiempo y la convivencia, pero desde un primer momento nos sentimos muy conectados y como si ya nos conociéramos y simplemente nos estábamos reencontrando. El vínculo que comparto con mi esposo es realmente vital para mí y sé por sus palabras y actos que para él también lo es. Es fuerte, es profundo y hasta ahora parece irrompible. Entonces me pregunto: ¿fue cuestión de suerte? o ¿tengo que creer en el destino? o ¿existen vínculos que se crean de inmediato y son así de fuertes?
#
Hace pocos días escuché una frase del cantautor Ricardo Montaner, al final de uno de sus vídeos, que decía: "A veces, tanta felicidad, me da miedo" y lo mismo me pasa. Agradezco infinitamente a Dios cada una de las experiencias que me hace vivir. El hecho de que yo ya hubiera establecido en mi subconsciente (antes de descubrir que mi padre era un hombre infiel) que existen hombres capaces de amar infinitamente y de respetar a sus esposas por encima de cualquier cosa, quizás influyó mucho en la pareja que elegí para mi vida. Sin embargo, yo lo conocí después de enamorarme, lo conocí en el camino que íbamos transitando juntos y crecí junto a él, o mejor dicho, crecimos juntos y fuimos fabricando un hilo tan fuerte con el que amarramos y enmarañamos lo que significamos.
#
Todavía nos estamos conociendo y vamos añadiendo más información a nuestro vínculo. Nos vamos descubriendo en cada faceta que la vida nos invita a experimentar: nuestra faceta de novios, de esposos, de amigos, de amantes, de padres, de socios y luego vendrán nuestras facetas de abuelos, de adultos mayores, y paren ustedes de contar.
