Saludos con aprecio. Espero que estén muy bien. # Cada día descubrimos y aprendemos algo nuevo, eso me entusiasma. Gracias a @emiliorios, aprendí, o mejor dicho, me enteré de la existencia de la esposa de Pericles, Aspasia proveniente de Miletos y que influyó, para bien, en muchas de las acciones y pensamientos de su esposo. @emiliorios, nos invita a reflexionar acerca de aquellas Aspasias en nuestras vidas que sin saberlo influyeron en muchas de nuestras actuaciones a lo largo de la vida. # _{ Una mini profesora.} # Conversando con mi mamá, recordé una frase que cuando tenía 11 años me dijo su mejor amiga y que abrió en mí muchas puertas para algo que amo hacer. Mi mamá y yo, llegamos a la conclusión de que aquella amiga suya fue mi Aspasia. Sin embargo, reflexionando luego, me di cuenta de que no fue mi única impulsora. Creo que son muchas las mujeres de mi vida que sin saberlo han influenciado mis andares de manera positiva y para siempre. # #### Mi primera y siempre presente Aspasia: # Sin duda alguna mi mamá. Aunque ella misma dice que sus obras en mí son queriendo y no sin querer, existen muchas palabras, actos y ejemplos que de ella he recibido y que hoy en día me hacen ser quién soy. Pero si tengo que nombrar una muy evidente, fue el hecho de ser docente. # _{} # Cuando era pequeña, y mi mamá tenía que ir a trabajar, me llevaba con ella, pues algunas veces no tenía con quien dejarme. De manera que crecí mirando su andar entre estudiantes. Su hermosa forma de enseñar y su practicidad y habilidad para evaluar y desarrollar todo lo que se refiriera a su profesión. Recuerdo que me pasaba horas en mi cuarto "corrigiendo" exámenes. Colocaba a mis muñecas en filas y les entregaba hojas llenas de garabatos, que después fingía leer y corregir. Todos mis libros de cuentos infantiles tenían rayas por aquí y por allá. Eran mis huellas de mini- profesora, corrigiendo. ¿Qué diría Mark Twain, de que una niña de 8 años le corrigiera sus historias? # Me gradué de Licenciada en Educación Integral y disfruté de años de docencia, dónde sí me tocó corregir y evaluar de verdad ja,ja,ja. # #### El amor por la cocina, me viene de mi Aspasia mayor, mi abuela materna: # Verla cocinar era uno de los mayores placeres de mi vida. Mi abuela era de las que pelaban los tomates, imagínense. No recuerdo haber probado algo que le quedara maluco, todo era delicioso o así lo sentí yo. Aliñaba y sazonaba de una forma que, cuando logro repetirlo, siento que toco el cielo. Cuando cocino siempre la pienso, sobre todo porque recuerdo algunas de sus explicaciones, como por ejemplo: cómo cortar bien el pollo. # Me gustaba escucharla hablar de qué plato cocinaría y qué le pondría. Los frijolitos con pata de cochino, o los garbanzos, le quedaban de maravilla. La tora de maíz que preparaba es para mi familia una comida que la representa. # _{ Torta de maíz.} # Hoy en día me dedico a cocinar todos los días para nuestra venta de comida rápida y lo disfruto mucho. Ella me dijo una vez: "Te queda bien la comida, si te esmeras vas a cocinar buenísimo" Abuela mía, te me fuiste cuando tenía 19 años, pero me he esmerado y estoy segura de que te gustarían mucho las cosas que preparo. # #### Una Aspasia que, con su amorosa amistad, abrió las puertas de mi voz: # Cuando era pequeña me daba un poco de vergüenza cantar en público, aunque mi tía materna me cuenta que no me importaba improvisar y dedicarle canciones a extraños, ja, ja, ja. Pero sí, yo no me consideraba muy buena para cantar, no me tenía confianza y creía que mi voz sonaba fea. # Una vez en sexto grado de primaria, la maestra nos asignó cantar una canción de Navidad, para una evaluación. Mi mamá me recomendó cantar "El niño Jesús Llanero" de Simón Díaz y así lo hice. Canté frente a mis compañeros de clase y mi maestra. Canté nerviosa, pero saqué el tigre y logré mi nota. No solo me fue bien en mi calificación, sino que, la maestra se entusiasmó mucho y me dijo que ahora tendría que cantar en el evento navideño de la escuela. # Y allí estaba yo una semana después, frente a tooodo el colegio, cantando "La vaca mariposa tuvo un terneeé, un becerrito lindo como un bebeeeé..." Otro tema navideño del Tío Simón. Me temblaban las piernas, y sentía que el cuatro (yo era quien lo ejecutaba) se me resbalaba. "Dámelo, papaíto, dicen los niños cuando lo ven nacer..." La voz me sonaba como silbidito de grillo, o eso creía yo, porque al bajar muchos me felicitaron y la mejor amiga de mi mamá se me acercó con los ojos húmedos y me abrazó diciéndome: "¡Ay! Lili mamita, ¡Qué bonito cantas!, Tú naciste para cantar" y mi cerebro, mi YO, mi cobardía, mi seguridad, mi voz y mí misma dijeron al unísono: "¡Ya lo dijo!" y desde entonces no dejé de cantar. #  # Finalizo esta publicación reflexionando que, si bien nombré a tres mujeres que han dejado huella con sus acciones y palabras en mi vida, sé que tengo y he tenido mucha suerte al encontrarme con muchas más, que de alguna forma me han llevado a ser quien soy. Mis tías, mi hermana, mi cuñada, la mamá de mi cuñada, mi suegra y muchas mujeres más, que con su sabiduría innata están aquí conmigo.