Ya han pasado diez meses desde que me sometí a una cirugía de perdida de peso consistente en un bypass gástrico con el cual ya he perdido 50 kilos.
Fotografía tomada con mi Huawei Y3 II
Muchas personas no entienden por qué uno toma una decisión tan drástica y se somete a este tipo de intervenciones quirúrgicas, pero la verdad es que, como muchos ya saben, yo tenia ciertas patologías que tenían que ser corregidas con dicha intervención. Desde ese día he dado gracias a Dios por la oportunidad de vida que se me dio, siento que volví a nacer.
Y es que la transformación en mi cuerpo es tan increíble que a veces no puedo creer lo que veo al espejo. Por ejemplo, esta fotografía que les coloco a continuación. A la izquierda está una fotografía que me tomaron en Ávila Mágica en mi primera (y hasta ahora única) visita que hice al gran Cerro Ávila o Waraira Repano. A la derecha, una fotografía de hoy. La diferencia está a la vista. Solo puedo dar gracias a Dios, a mi familia y a mis fabulosos doctores que han hecho posible esta meta de 50kg menos.
Fotografía tomada con mi Huawei Y3 II
Ya no me canso cuando subo escaleras o voy a cualquier lugar caminando, ya no tengo tanta ansiedad como antes, ya no me siento insatisfecha cuando como, ya no quiero comidas que no son saludables, al contrario, elijo cosas más sabrosas y que me hacen bien.
No soy quien para recomendar nada pero si volviera el tiempo atrás, volvería a operarme sin ningún problema, es mas, lo haría mucho tiempo antes y me ahorraría tantos momentos difíciles que viví por mi obesidad.
Fotografía tomada con mi Huawei Y3 II
Hoy soy una persona nueva, soy más feliz, soy el mejor reflejo de una mujer completa y con autoestima, esa que me robaron tantos malos momentos y gente que no me valoró. Ya vendrán mejores.