La llegada del Internet marcó ciertamente una nueva pauta en la historia del mundo, esto debido a que se nos abre un abanico de posibilidades comunicativas en tan solo un clic. Con ello comenzaron a aparecer nuevas ventanas informativas que llevaron a desplazar a la prensa tradicional y buscar más la información digital ya que ésta se puede obtener más fácilmente y sin salir de tu hogar o trabajo.
Y es que el periodismo digital, ha servido para que muchos comunicadores lleguen a más público y con ello a más seguidores. Pero, ¿Qué tan fiel puede ser lo que leemos en la red?
Recientemente leía en una entrevista realizada al periodista Javier Darío Restrepo, director del Consultorio Ético de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) desde 1995, profesor de la Universidad de Los Andes y columnista de los diarios El Tiempo, El Espectador, El Colombiano y El Heraldo en la que decía que la gran debilidad del periodismo digital son las fuentes en que se apoya debido a que generalmente, se difunde sin fuentes o sin confirmar dicha información.
Cabe destacar que el periodismo digital posee grandes características fundamentales como lo son la multimedialidad, la hipertexualidad y la interactividad. ¿Y qué es esto? Muy sencillo, la multimedialidad no es más que la posibilidad que tiene el medio para integrar en una misma plataforma videos, gráficos, fotografías y animaciones que le permitan mostrar la información de una manera más dinámica. En cuanto a la hipertexualidad es la posibilidad de acceder a la información de manera multidireccional y no lineal. Y la interactividad es la facilidad con la que los usuarios pueden intercambiar información con el periodista o el medio generando así un feedback en tiempo real.
Pero ¿Qué sucede con aquellos que aun no saben manejar las nuevas tecnologías? Personas que están acostumbradas a ir al kiosco de la esquina para comprar su periódico y leerlo tomando una taza de café, como antes, como siempre. Lo que me lleva a recordar las palabras de mi profesor de Informativo II cuando dijo que la esencia del periodismo es mancharse las manos con la tinta de un periódico y al ver que poco a poco ya van desapareciendo los diarios de la calle debido a las pocas ventas, falta de papel o la crisis con el dinero en efectivo, me lleva a sentir un vacío en el corazón porque extraño esos tiempos de periódico en mano cuando soñaba con estudiar esta hermosa carrera.
No nos queda más que aprender de lo nuevo y recordar el pasado, pero sin dejar de lado la inmediatez y responsabilidad de lo transmitido, cuestión que aun no han tomado en cuenta muchos comunicadores que simplemente por tener la oportunidad de dar un “tubazo” o información primero que cualquier otro, no confirman la fuente y caen en la especulación. Por el contrario, un verdadero periodista se aleja del amarillismo y se concentra en el verdadero periodismo. La verdad siempre adelante.