El café es la única bebida en el mundo que está abarrotada de amor.
Tenía más de 5 años que no compartía con Ramón, un gran amigo mío de la infancia con quien compartí muchas aventuras. Ayer estaba pasando por la Plaza Simón Bolívar y escuché a una persona gritar mi nombre, cuando volví era mi gran amigo Ramón, inmediatamente nos abrazamos y sentimos esa calidez de hermandad.
Minutos después del saludo y preguntando por la familia, procede a invitarme a tomar un café, una invitación que acepto de inmediato.
En el momento de ingresar a la cafetería, que fue muy agradable, comenzamos a recordar cada momento que compartimos, reímos, lloramos e incluso discutimos. Retrocedimos en el tiempo y sentimos esa sensación de renacer.
El café une a familiares, amigos y compartir uno con personas especiales es una experiencia que, sin importar cuántas veces se repita, nunca se olvida.
El café es amor, el café es amistad, el café es vida.