Dia de reposo, interrupido levemente por una mañana de gym con dos ejercicios, breve, no daba lugar a más, estaba lleno de campeones que copaban aquellas partes donde pensaba realizar la entrenada de hoy. No pasa nada, acabé el trimestre, la mañana es mía, es mucho mejor, tendré tiempo y ganas y todo un maravilloso día por delante.
He hecho una paella. canónica, con todos sus sacramentos de tal forma que no creo que ningún valenciano, podría ponerme una pega. He respetado los tiempos, los fuegos y la verdad, no es porque la haya hecho yo, pero me ha quedado de lujo. He usado hasta arroz convencional. Todo un éxito.
Siesta con pesadillas, no es lo usual, pero hace mucho calor, aun y el comer, pues propicia que tenga uno esos sobresaltos. Ya la casa casi vacía casi toda para mi, mucho mejor, no es que no me gusten las visitas, pero después del trimestre, necesito siempre unos días para serenar mi alma.
Estoy cansado, muy cansado. No es que tenga la culpa nadie, pero esto, solo se cura, o se palia, dejando las responsabilidades a un lado, comida incluida, por eso mañana, día de ayuno y soledad, será un gran día, quien sabe, igual hasta me decido a dar un paseo hasta la playa y después gimnasio.
No es que de eso trate la monotonía de los días, a ver, pero son elementos que dan sentido a la mezcla. Los buenos hábitos, mejor no dejarlos e ir desarrollando esa capa de ociosidad que fomenta la salud del espíritu a través de las distintas actividades, a través del cuerpo. No percibo mayor deleite.