Hola estimados amigos, el escrito que deseo compartir a continuación, quizás no tenga la formalidad de la cual estamos acostumbrados, la verdad es una forma de expresar un sentir más personal que pueda generar un impacto en la vida de cada uno de ustedes y al mismo tiempo que represente un desahogo emocional para mi persona.
Lo hago de esta manera, porque en los últimos días, me he hecho consiente que hay un lugar dentro de cada uno de nosotros que no siempre le damos la atención que merece, podría decirles que es un espacio que no se ve y que tampoco podemos tocar.
Sin embargo, está ahí y es algo que no podemos negar, les estoy hablando de nuestra voz interior, entiéndase esta, como esa parte de ti que te habla, aunque no uses palabras, que se escucha, aunque no existe un micrófono que la amplifique, mucho menos un escenario que aplauda por sus discursos.
La verdad es que esta voz interior, solo quiere guiarte. Pero, ¿en algún momento le hemos dado la importancia necesaria? Te puedo asegura que la respuesta es un rotuno NO, y tiende hacer así, ya que vivimos en un mundo lleno de ruido.
Un ruido transformado en el tráfico del día a día, las noticias, las redes sociales, las conversaciones diarias y todo parece estar compitiendo para ver que nos quitar más tiempo y quien ocupa más espacio en nuestra mente.
Te pon en contexto, es como estar en un mercado enorme, donde cada vendedor grita ofreciendo sus productos y en medio de tantos gritos, ¿A quién le prestamos atención? Al bullicio social o a la voz interior, esa que no grita, pero sí que te susurra y es por eso que la dejamos de lado.
Pero déjame decirte que esa voz, aunque callada e imperceptible, es la brújula escondida en el bolsillo y está esperando que aprendas a determinar y percibir su presencia. Es tan necesaria que te aseguro que funciona como el timón de un barco en medio de la tormenta.
Presta atención al siguiente escenario, imagina que decides emprender un viaje en un barco, en medio de ese barco viajarán junto a ti, las circunstancias, a estas las llamaremos (El mar), y es notorio que en ocasiones estará tranquilo, pero en otras se agita y causa muchos inconvenientes.
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