El monarca desplazado
Bucólica añoranza del pasado; hermosos pétalos de colores, fragancia fresca de silvestres flores acompañan sentimientos encontrados.
Un corazón enamorado, evoca en oración viejos amores aunque lleva los dolores de un alma en el pecado.
De recuerdos va cargado, llevando sobre sí los sinsabores; va ahogando gritos y clamores de su cuerpo devastado.
El monarca, sintiéndose desplazado, hoy suplica los favores que ayer le negó a las flores, en su reino mancillado.
¡Justicia! Todo le fue negado por cometer tantos errores; sin escrúpulos ni valores, no podrá ser perdonado.
El ocaso ha llegado, ya no se ven los colores de aquellas hermosas flores... todo se ha marchitado.
Un nuevo amanecer ha despuntado: ¡albores, primores, colores... han renacido las flores! El jardín está floreado.