El arte de celebrar las pequeñas victorias

@marijo-rm · 2025-09-16 00:54 · Catarsis

IMG_7833.jpeg

A veces pensamos que solo vale la pena celebrar los grandes logros: graduaciones, ascensos, viajes soñados. Pero con los años he descubierto que la vida se hace mucho más bonita cuando aprendemos a darle valor a esas pequeñas victorias cotidianas que parecen insignificantes… hasta que te salvan el día.

Por ejemplo, para mí una mini victoria es cuando logro salir de una guardia con la bata más o menos limpia. Puede sonar absurdo, pero créanme, hay noches en las que eso es casi imposible. Y ese día que llego a casa y veo que mi bata no parece haber pasado por una guerra, lo celebro como si hubiera ganado una medalla.

Otra victoria silenciosa es cuando logro dormir una siesta sin interrupciones. No importa si son veinte minutos o una hora completa, ese momento en el que cierras los ojos y despiertas sin que nadie te haya llamado, escrito o tocado la puerta, es gloria pura. Es como si la vida te regalara un oasis en medio del desierto.

También está el clásico: que el café llegue sano y salvo a tu mesa. Porque no sé ustedes, pero yo tengo una habilidad especial para derramarlo justo cuando más lo necesito. Así que cada vez que lo logro sostener sin accidentes, me doy una palmadita invisible en la espalda.

IMG_7830.jpeg

Ni hablar de esos días en que logras terminar un libro que tenías abandonado desde hace meses. Es un triunfo que no se comparte con nadie más, pero que te llena de satisfacción. Es como decirle a tu yo del pasado: “¡lo logramos!”. Y aunque suene chistoso, también celebro cuando me doy permiso de descansar sin sentir culpa. A veces creemos que parar es perder el tiempo, pero en realidad es todo lo contrario: descansar es una forma de recargar energías y poder seguir adelante. Así que cuando logro hacerlo sin escuchar esa vocecita interna que me acusa de “floja”, lo considero una gran victoria personal.

Lo bonito de estas pequeñas conquistas es que, aunque no tienen diplomas ni fotos en redes sociales, son las que hacen que el día se sienta más ligero. Porque al final, la vida no se compone solo de los grandes momentos que ocurren cada tanto, sino de esos microinstantes que vamos coleccionando en silencio. Aprendí que cuando celebras lo pequeño, empiezas a ver la vida con otros ojos. Ese niño que te sonríe, ese mensaje inesperado de un amigo, ese día en que la comida te quedó perfecta… todo cuenta. Y de repente, la vida ya no parece una carrera interminable, sino un camino lleno de pequeñas alegrías que merecen ser aplaudidas.

IMG_7573.jpeg

Así que sí, sigo soñando con las grandes victorias, pero mientras tanto me disfruto las chiquitas: la bata limpia, el café intacto, la siesta reparadora. Porque al final, esos pequeños triunfos son los que me recuerdan que, a pesar del cansancio y las dificultades, la vida siempre tiene razones para sonreír.

NOTA IMPORTANTE: Todas las fotografías son de mi propiedad, tomadas desde mi I phone 12

#spanish #blog #lifestyle #wellness #catarsis #vidapersonal #bienestar
Payout: 0.000 HBD
Votes: 9
More interactions (upvote, reblog, reply) coming soon.