Cómo están mis queridos amigos stemianos? Hace mucho tiempo que no me aparezco por acá, me dediqué a terminar mi libro de reflexión filosófica y ahora estoy craneando un nuevo escrito, sobre una hipótesis del ecosistema antrópico, un ecosistema que incorpora al hombre incluídas también su tecnología, el sistema económico y el dinero como componentes activos del ecosistema.
Quiero compartirles este tema que se me quedó fuera del libro, lo voy a incluir también, dentro del capítulo sobre la libertad.
LIBERTAD INTERNA Y AUTORIDAD INTERNA
Tal como se puede apreciar en la figura inferior, la libertad interna no puede existir sin una autoridad interna, y viceversa, la autoridad interna tampoco existe sin libertad interior.
La verdadera autoridad interna procede del AMOR, el amor es la verdadera "autoridad" porque es "AUTOR", el amor es el autor, el creador de la libertad, y por ésta razón es que no se puede concebir uno sin el otro.
Cuando un individuo renuncia a su libertad interior también renuncia a su autoridad interna, renuncia a encontrarse con el amor contenido en su interior, renuncia a encontrarse con su originalidad, se cree libre pero en verdad no es libre, no cuenta con más que una especie de "pseudo-libertad", y realmente se encuentra reprimido interiormente y mentalmente por una pseudo-autoridad instalada desde el exterior.
LIBERTAD EXTERNA Y AUTORIDAD EXTERNA
La libertad externa, que es la libertad que tiene cada individuo para expresar el contenido original de su "ser" en el "hacer", no es verdadera libertad si éste no es libre interiormente, vale decir si previamente no tiene libertad de "ser".
Pero para que la libertad externa de cada uno y de todos los individuos de una comunidad pueda expresarse, también es necesaria la existencia de una autoridad externa fuerte, capaz de velar que el ejercicio de las libertades individuales de unos no impidan el ejercicio de las libertades de otros individuos.
Pero una autoridad que en lugar de garantizar las libertades de todos, se exceda en el uso de la fuerza y se dedique a reprimir todas las libertades individuales, no es verdadera autoridad, sino que es autoritarismo.
Por otra parte, cuando una autoridad que no tiene o no sabe ejercer con firmeza su rol de garantizar que las libertades de algunos individuos no reprima las libertades de otros, lo que propicia el el libertinaje y la anarquía.
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DESDE CHILE
MARIO TRIVELLI JOLLY