Voy a ordeñar la papaya, una fruta anaranjada, para conseguir leche extraña, que alimente al ciempiés que me acompaña. Es muy glotón, porque debe dar energía a sus patas de verde color, así podrá caminar por toda la ciudad y también el universo explorar.
Él no es mi mascota, es un animal que de vez en cuando me transporta, lo encontré en un árbol dormido y roncando con estilo: chau –cheu-chui.
Iba caminando con Waldo, de repente vi un rollo extraño, lo mire con decisión, pero este no reaccionó. Le cante en Do mayor, el pobre mucho se asustó, desde ese día me admiró, porque no me dio pena desentonar con mi canción.
Dice que ha recorrido el mundo, que él lo hace girar como ninguno, ahora entiendo porque hay días que se van rápido y otros son de lento rodado. Depende de la rapidez, con que camine el animal de verdes pies, si un día le da por correr, posiblemente desorbite la tierra sin querer.
Así que si a veces se marea, no piense que es una enfermedad fea, solamente es un ciempiés corriendo, velozmente por nuestro planeta inmenso; aunque también podría ser, que usted vaya en un auto en movimiento.
Y este es nuestro nuevo compañero, un animal de colores intensos, que tiene varias patas y un solo ojo con el que expresa que la vida ama.
Créditos Margarita Palomino
Este hermoso diseño fue un regalo de la princesa @txatxy, quien desde tierras lejanas lo realizó y me lo envió con un caballo azul celeste con cola de león, que me mordió (caballo grosero).
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Diseño de @carlos-cabeza, visiten su perfil, tiene grandiosos diseños.