Hablar de tonos morados o maquillajes es, para mí, un reto bastante grande, puesto que durante mucho tiempo me he negado a usar este tono de maquillaje. He pensado que no me luce o simplemente no he practicado lo suficiente para lograr la pulcritud que deseo. No es un tutorial; es básicamente comentar mi experiencia sobre cómo he aprendido a usar tonos que, durante mucho tiempo, creí que no me quedaban bien y que, hasta hace poco, he ido incorporando en mis looks.
He reflexionado sobre el hecho de negarse a usar algo por no saber si te queda bien o mal, o por algún comentario negativo de otra persona; simplemente no está bien. La idea es lograr un equilibrio adecuado y sentirte bien con lo que llevas puesto.
Este maquillaje no es reciente; lo realicé hace bastante tiempo. Recuerdo una anécdota de ese día, en el que iba a salir con unas amigas. Pensé que el resultado había sido bastante bonito; sin embargo, al coincidir con ellas, me hicieron creer que estaba muy cargado. En realidad, no sé si estaba mal, pero tengo la certeza de que al menos lo intenté y no me quedé con las ganas de usarlo. Actualmente, no uso colores tan intensos porque me gusta sentirme cómoda con tonos más cálidos y frescos.
Ahora bien, si tienes a tu alrededor personas que, en lugar de ofrecerte comentarios positivos sobre tu apariencia física o lo que estás usando, solo aportan críticas negativas, evalúa esa amistad, ya que no existe una verdadera empatía.
For the best experience view this post on Liketu