[ENG/ESP]A magical Saturday with the family: fun and joy at the Country Club/Un sábado mágico en familia: diversión y alegría en el Club Campestre

 Happy and blessed day to all who are part of this wonderful community of moms, dads, and grandparents! I hope you are all well, surrounded by love and enjoying good health. Today, I want to share with you a family experience that left us with indelible smiles during our visit to the Club Campestre with my grandchildren and the entire family. This recently reopened space has become a true oasis for those looking to enjoy special moments in the company of their loved ones. Every weekend, the Club offers shows and activities designed for all ages, and Saturday, September 27th, was no exception. That day, they announced a children's entertainment show, and like enthusiastic grandparents, we decided to attend to treat the little ones to a magical afternoon. On Sunday, a guaracha group was scheduled to perform, but we were committed to the children's joy. An afternoon of laughter, games, and foam.  The show began around 4 p.m., just as the sun began to soften its shine and the atmosphere was filled with excitement. The entertainers arrived full of energy, music, games, and many surprises. From the very beginning, they captured the attention of all the children present, who quickly joined the party with enthusiasm.  My grandsons, Gael and Maximiliano, were fascinated. At first, they were a little shy, especially when they saw the giant robots that were part of the show. But little by little, they loosened up, caught up in the joy of the group and the excitement of the other children. They danced, played, received balloons, and participated in fun activities that made them laugh out loud.  The highlight was the bubble bath: a soft white cloud that covered the playground and turned the place into a fantasy setting. Watching Gael and Maximiliano run through the foam, their eyes shining and the purest smiles imaginable, was simply heartwarming. That image will remain etched in my memory as one of those moments that remind us how wonderful it is to share quality time with family.  These kinds of experiences invite us to value the small, big moments. It's not just about attending an event, but about creating memories, strengthening bonds, and giving our children and grandchildren experiences that nourish their childhood. The Country Club has become a meeting place where fun blends with love, and where every weekend can be a new adventure.  Thank you for reading and for being part of this wonderful community. I send you a huge hug, full of gratitude, joy, and good wishes. May there never be a shortage of spaces to share, laugh, and celebrate family life.  See you soon! The pictures are of my authorship taken with my Samsung A 12 cell phone __Text translated with the translator Deepl__

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¡Feliz y bendecido día para todos los que forman parte de esta maravillosa comunidad de mamis, papás y abuelos! Espero que se encuentren muy bien, rodeados de amor y gozando de buena salud. Hoy quiero, compartirles una experiencia familiar que nos dejó sonrisas imborrables en nuestra visita al Club Campestre junto a mis nietos y toda la familia. Este espacio, recientemente reinaugurado, se ha convertido en un verdadero oasis para quienes buscan disfrutar de momentos especiales en compañía de sus seres queridos. Cada fin de semana, el Club ofrece espectáculos y actividades pensadas para todas las edades, y el sábado 27 de septiembre no fue la excepción. Ese día anunciaron un show de animación infantil, y como buenos abuelos entusiastas, decidimos asistir para regalarles a los más pequeños una tarde llena de magia. El domingo se presentaría un grupo de guaracha, pero nosotros apostamos por la alegría de los niños. Una tarde de risas, juegos y espuma El espectáculo comenzó alrededor de las 4 de la tarde, justo cuando el sol empezaba a suavizar su brillo y el ambiente se llenaba de expectación. Los animadores llegaron cargados de energía, música, juegos y muchas sorpresas. Desde el primer momento, lograron captar la atención de todos los niños presentes, quienes no tardaron en sumarse a la fiesta con entusiasmo. Mis nietos Gael y Maximiliano estaban fascinados. Al principio, se mostraron un poco tímidos, especialmente al ver a los robots gigantes que formaban parte del show. Pero poco a poco fueron soltándose, contagiados por la alegría del grupo y la emoción de los demás niños. Bailaron, jugaron, recibieron globos y participaron en dinámicas divertidas que los hicieron reír a carcajadas. El momento culminante fue el baño de espuma: una nube blanca y suave que cubrió el área de juegos y convirtió el lugar en un escenario de fantasía. Ver a Gael y Maximiliano correr entre la espuma, con los ojos brillantes y las sonrisas más puras que uno pueda imaginar, fue simplemente conmovedor. Esa imagen quedará grabada en mi memoria como uno de esos instantes que nos recuerdan lo hermoso que es compartir tiempo de calidad con la familia. Este tipo de experiencias nos invitan a valorar los pequeños grandes momentos. No se trata solo de asistir a un evento, sino de crear recuerdos, fortalecer vínculos y regalarles a nuestros hijos y nietos vivencias que nutren su infancia. El Club Campestre ha logrado convertirse en un punto de encuentro donde la diversión se mezcla con el cariño, y donde cada fin de semana puede ser una nueva aventura. Gracias por leerme y por formar parte de esta comunidad maravillosa. Les envío un abrazo enorme, lleno de gratitud, alegría y buenos deseos. Que nunca falten los espacios para compartir, reír y celebrar la vida en familia. ¡Nos leemos pronto! Las fotografías son de mi autoria tomadas con mi teléfono móvil Samsung A 12 __Texto traducido con el traductor Deepl__