
Hello, dear friends of the daily blog.
I am deeply pleased to share with you once again. I hope you are starting the week with enthusiasm, surrounded by good energy and with your heart full of hope. From here, I send a big hug to all of you, with much love and gratitude for joining me in this space we build together day by day.
A few days ago, I was shopping at the Galerías Moll shopping center, a place that has always seemed special to me for its welcoming atmosphere and variety of stores. After browsing a few stores and doing some shopping, I decided to take some time to walk calmly through the aisles, without rushing, simply enjoying the surroundings and observing the small details that sometimes go unnoticed.

What struck me most on this visit was the change the place has undergone since the pandemic. On previous occasions, many stores had closed their doors, leaving a feeling of emptiness and melancholy. However, this time I noticed something different: little by little, the spaces are reopening. New stores have opened, others have returned, and the flow of people has filled the mall with life once again. It's as if the place were awakening from a long slumber, recovering its essence and dynamism.

One of the most vibrant spots remains the ice rink, which remains a center of attraction for everyone. It's impossible not to stop and watch children skating joyfully, young people gliding skillfully or trying their hand at it amid laughter, and families sharing unique moments. The rink has that magic that unites generations and turns a simple visit into a memorable experience. It's a place that, beyond entertainment, symbolizes the ability to enjoy life again, to reconnect with everyday life, and to celebrate life.

This visit left me with a sense of hope. Seeing how spaces are recovering, how people are reuniting, and how everyday life is resuming its course made me reflect on the resilience we have all demonstrated. Galerías Moll, like many other places, is witness to this silent but powerful rebirth. And sharing it with you, as always, makes the experience even more meaningful.

Thank you for joining me once again on this little tour. See you soon
The pictures are of my authorship taken with my Samsung A 12 cell phone.
English Español (Click here!)
Hola, queridos amigos del blog diario..
Me complace compartir con ustedes una vez más. Espero que estén iniciando la semana con entusiasmo, rodeados de buenas energías y con el corazón lleno de esperanza. Desde aquí, les envío un fuerte abrazo a todos, con mucho cariño y gratitud por acompañarme en este espacio que construimos juntos día a día.
Hace unos días estuve de compras en el centro comercial Galerías Moll, un lugar que siempre me ha parecido especial por su ambiente acogedor y su variedad de tiendas. Después de recorrer algunos locales y hacer unas compras, decidí tomarme un tiempo para caminar tranquilamente por los pasillos, sin prisa, simplemente disfrutando del entorno y observando los pequeños detalles que a veces pasan desapercibidos.
Lo que más me llamó la atención en esta visita fue el cambio que ha tenido el lugar desde la pandemia. En ocasiones anteriores, muchos locales habían cerrado sus puertas, dejando una sensación de vacío y melancolía. Sin embargo, esta vez noté algo diferente: poco a poco, los espacios se están reactivando. Nuevas tiendas han abierto, otras han regresado, y el movimiento de personas ha vuelto a llenar el centro comercial de vida. Es como si el lugar estuviera despertando de un largo sueño, recuperando su esencia y su dinamismo.
Uno de los puntos más vibrantes sigue siendo la pista de hielo, que permanece como el centro de atracción para todos. Es imposible no detenerse a observar a los niños patinando con alegría, a los jóvenes deslizándose con destreza o intentándolo entre risas y a las familias compartiendo momentos únicos. La pista tiene esa magia que une generaciones y convierte una simple visita en una experiencia memorable. Es un rincón que, más allá del entretenimiento, simboliza la capacidad de volver a disfrutar, de reconectar con lo cotidiano y de celebrar la vida.
Esta visita me dejó una sensación de esperanza. Ver cómo los espacios se recuperan, cómo la gente vuelve a reunirse y cómo la vida cotidiana retoma su curso, me hizo reflexionar sobre la resiliencia que todos hemos demostrado. Galerías Moll, como muchos otros lugares, es testigo de ese renacer silencioso pero poderoso. Y compartirlo con ustedes, como siempre, hace que la experiencia sea aún más significativa.
Gracias por acompañarme una vez más en este pequeño recorrido. Nos vemos pronto.
Las fotografías son de mi autoria tomadas con mi teléfono móvil Samsung A 12
__Texto traducido con el traductor Deepl__
