¡Happy day to everyone, my dear Hiviers!
I hope you're enjoying a wonderful weekend surrounded by friends, family, and good energy. Today I want to share with you an experience that filled my heart with joy and movement.
As part of the celebration of our beloved clinic's 49th anniversary and the 4th anniversary of the reopening of the Cardiology Unit, we kicked off our physical activities with a day that has already become a tradition: our long-awaited annual dance therapy, lovingly organized by our team. This is the third consecutive year we've held it, and, as always, we have the valuable support of the clinical laboratories, who are responsible for keeping us hydrated and full of energy throughout the activity.
This year, they surprised us with a generous variety of hydrating and healthy snacks: water, Gatorade, bananas, and tangerines, in addition to giving us beautiful t-shirts that many proudly wore throughout the day. A gesture we deeply appreciate!
The event took place last Friday morning, September 5th, at the clinic, specifically in the Plaza Lateral, a space filled with music, color, and enthusiasm. The event was led by instructor Andreina Benítez, whose contagious energy got us moving, body and soul. I confess I'm not the best dancer, but I can handle it... although keeping up with Andreina's rhythm is no easy task. While she was going one way, I was finishing the other. Hahaha! But the important thing is that I enjoyed it to the fullest, and that's what really counts.
That day, I arrived very early to make sure everything was in order. I personally took care of the decorations, using blue and silver balloons that reflected the elegance and festive spirit of the occasion. Although several balloons broke and the columns I was putting together crumbled, I didn't give up. With patience and dedication, I managed to make them look beautiful. It was a morning full of effort, but also of satisfaction.
In short, it was an unforgettable day: full of movement, laughter, community, and celebration. Every year, this activity reminds us of the importance of taking care of our bodies, celebrating our achievements, and sharing special moments with those who are part of this great family.
Thanks for reading. See you in the next post!
The photographs are of my authorship taken with my cell phone Samsung A 12
__Text translated with the translator Deepl__
English Español (Click here!)
¡Bendecido día para todos mis queridos Hiviers!
Espero que estén disfrutando de un maravilloso fin de semana rodeados de amigos, familia y buena energía. Hoy quiero compartir con ustedes una experiencia que me llenó el corazón de alegría y movimiento.
Como parte de la celebración del 49° aniversario de nuestra querida clínica y el 4° aniversario de la reapertura de la Unidad de Cardiología, dimos inicio a las actividades físicas con una jornada que ya se ha convertido en tradición: nuestra esperada bailoterapia anual, organizada con mucho cariño por nuestro equipo. Este es el tercer año consecutivo que la realizamos, y como siempre, contamos con el valioso apoyo de los laboratorios clínicos, quienes se encargan de mantenernos hidratados y llenos de energía durante toda la actividad.
Este año, nos sorprendieron con una generosa variedad de hidratación y snacks saludables: agua, Gatorade, cambures y mandarinas, además de obsequiarnos unas hermosas franelas que muchos lucieron con orgullo durante la jornada. ¡Un gesto que agradecemos profundamente!
La actividad se llevó a cabo el pasado viernes 5 de septiembre, en horas de la mañana, en las instalaciones de la clínica, específicamente en la Plaza Lateral, un espacio que se llenó de música, color y entusiasmo. La conducción estuvo a cargo de la instructora Andreina Benítez, quien con su energía contagiosa nos hizo mover el cuerpo y el alma. Confieso que no soy el mejor bailarins, pero me defiendo... aunque seguirle el ritmo a Andreina no es tarea fácil. Mientras ella iba hacia un lado, yo terminaba en el otro. ¡Jajaja! Pero lo importante es que lo disfruté al máximo, y eso es lo que realmente cuenta.
Ese día llegué muy temprano para asegurarme de que todo estuviera en orden. Me encargué personalmente de la decoración, utilizando globos en tonos azules y plateados que buscaban reflejar la elegancia y el espíritu festivo de la ocasión. Aunque varios globos se rompieron y me desarmaron las columnas que estaba armando, no me rendí. Con paciencia y dedicación, logré que quedaran muy bonitos. Fue una mañana llena de esfuerzo, pero también de satisfacción.
En resumen, fue una jornada inolvidable: llena de movimiento, risas, comunidad y celebración. Cada año esta actividad nos recuerda la importancia de cuidar nuestro cuerpo, celebrar nuestros logros y compartir momentos especiales con quienes forman parte de esta gran familia.
Gracias por leerme. ¡Nos vemos en la próxima publicación!
Las fotografías son de mi autoria tomadas con mi telfono móvil Samsung A 12
__Texto traducido con el traductor Deepl__
