Soy el infierno congelado después de una guerra fría. Odio ser tan malhumorado, pero mi vida suele estar vacía.
Vivo por mí y para mí. Soy el resultado de lo ilógico. Sólo quiero huir de aquí y ser alguien icónico.
La soledad es mi amiga, ¿y cómo no si soy escritor? A veces me creo un suicida cuando huelo de cerca el amor.
Vivo por mí y para mí, aunque ya lo he dicho. Crecí solo y sobreviví. Para nadie seré un capricho.
No lloro desde hace meses. Quizá sólo estoy en sequía. Quiero nadar como los peces, pero jamás abandonar la anarquía.
Quiero volar como un cuervo y congelarme en un desierto. No quiero huir como un ciervo, pero quiero dormir despierto.
Respiro contaminación ambiental y vivo odiando al racista. Lo que me escribo es fundamental para no tacharme de mi lista.
Me caigo y me levanto. Soy un enorme suceso. Para ti soy un encanto. Para mí soy un extraño sujeto.
Me ahogaré con mis dudas. Soy mi mejor apoyo. No abrazo a los Judas. No soy un río: soy un arroyo.
Medinowski ©