A veces olvido que la noche llega
A veces olvido que la noche llega eterna fría sin tu luz ni tu calor, entonces olvido que tu paz necesaria inalámbrica cerca y cálida no arropará, dejo que escape lo dulce de la fruta tierna perenne en el árbol que callada espera bien vestida y perfumada mientras el último haz amenazante se despide.
A veces olvido que la noche llega y no estarás para alumbrar mis miedos abrazarme de las sombras besar mi tez caliente y sudorosa mientras arrullas mis tormentos. Sin bebida caliente ni la sazón de tu voz sin tus alas protectoras el silencio de altos decibeles hará un desierto largo y profundo que seca la montaña apaga la mirada y ahoga los sueños.