Saludos amigos de esta hermosa comunidad Motherhood en esta oportunidad les contaré mi experiencia con el divorcio y la manera como lo tratamos de llevar como familia, sin duda una experiencia amarga para toda familia, donde muchas veces los más afectados son los niños, pues en medio de todo no logran comprender lo que está pasando en su hogar.
En nuestro caso solo tenemos una niña de 8 años, a la cual le comunicamos de nuestra separación hace un año, la sentamos y le dijimos textuales “mamá y papá se van a separar”, luego de esa frase vinieron muchas preguntas, fue muy duro escucharla especular sobre las razones por la cual habíamos tomado esa decisión, decía: “es porque yo me porto mal, les prometo que me voy a comer toda la comida, realizare todas mis tareas”, nos tocó intervenir para calmarla y le dijimos “mamá y papá ya no desean vivir juntos, pero ambos te amamos a ti con todo nuestro corazón, nuestra separación no tiene nada que ver con tu comportamiento”.
Entre su inocencia intento buscar soluciones que para ella eran viables, nos decía que su papá se quedaría en parte de abajo y nosotras nos mudaríamos a la planta de arriba, de esa manera no nos tendríamos que ver. Tuvimos la fortuna como familia de ir poco a poco con este proceso, entre la noticia de la separación y el divorcio como tal pasaron unos meses, convivíamos los tres bajo el mismo techo aunque dormíamos en cuartos separados.
Luego llego el momento de empacar para la mudanza, al principio ella ayudaba emocionada como si se fuera a ir de vacaciones, pero cuando se dio cuenta que no eran unas vacaciones, que debía dejar la casa que la vio nace, su cuarto, sus mascotas, su escuela, amigos, vecinos… en ese momento colapso y rompió en llanto, expresando una y otra vez que ella no quería dejar su casa. En ese momento paramos de empacar, le explique que esa siempre sería su casa, que iba a ir con frecuencia a visitar a su papá. Pasado unos días la tuve que mandar para casa de su tía, pues era doloroso para todos, en ese proceso asumes que ya todo terminó y que no hay vuelta atrás, termine de empacar todo e hice la mudanza sin su presencia.
Ya instalada en nuestro nuevo hogar la inscribí en el colegio y en una escuela de música, la mantengo ocupada entre una actividad y otra, no fue fácil al principio, pues lloraba mucho, extrañaba a su padre y a su familia paterna, luego llego el momento de visitar a su padre (la llevo una vez al mes a veces más) las primeras visitas fueron una tortura, pues cuando tocaba venirnos debía montarla en el carro casi que arrastras, lloraba, gritaba.
Ya han pasado 6 meses de ese momento, ahora la llevo de visita y cuando nos toca venirnos, me expresa su deseo de quedarse unos días más, pero le explico que no es posible porque tiene deberes escolares que cumplir y se viene sin llorar, a estas alturas me dice que ella no extraña a su padre, pues ella siente que vive con él porque se comunican todos los días. Después de tanto dolor, para mi este es un final feliz, saber que logró comprender y asimilar este duro proceso por el cual tenemos que pasar como familia. Un abrazo para todos en especial a los que en este momento están pasando por una situación similar.
Photos taken and edited by @mjmarquez4151