Hoy fui a correr con unos amigos que tenia mucho tiempo que no compartía con ellos. Teníamos que hacer 15 km en zona dos, en una ruta suave.
Al final a la gente se le olvida todo y muchos de ellos corrieron como alma que se lleva el diablo, sin embargo, quedamos tres personas juntas tratando de mantener el ritmo establecido.
Fuimos hasta los Monolitos, tuvimos la oportunidad de entrar a los Proceres, un lugar bien cuidado y muy bonitos, la entrada casi siempre esta prohibida, pero hoy tuvimos la suerte de tener el paso disponible para correr y conocer.
Fue inevitable detenernos y tómanos fotos, pero nadie sabe cuándo será la próxima vez que podríamos ir así que aprovechamos. Fue un día divertido y diferente, además de que toda la semana ha estado lloviendo y por fin después de tanta agua vimos un sol brillante.
Como integramos un espacio no planificado a la ruta, obviamente de 15 km iniciales de entrenamiento, termine corriendo 17 km, pero lo corrimos con precaución y esmero, intentando evitar lesiones y calambres.
Admito que los últimos dos kilómetros una nube gris apareció en el horizonte y pensé que “si no me agarra lloviendo corriendo, me agarra la lluvia en la moto” pero al final pude llegar a mi casa sano y salvo.
Odio ir en la moto y que llueva, prefiero mil veces correr bajo la lluvia, que conducir a Cloudy lloviendo, es que todo se pone resbaloso y manejar en esas condiciones es difícil, pero al final todo resulto excelente.
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