El Deseo de Vivir: ¿Natural o Antinatural?

@mole5852 · 2025-10-07 13:00 · Green zone

"Imagen realizada con IA y modificada por mi persona"

Antes que nada quiero aclarar que esto es un pensamiento muy muy personal, basado en experiencias que he vivido, y un desarrollo de idea interna que deseo compartir, lo que comento aqui no es cuestion que sea lo correcto o no, simplemente es una sensacion correcta personal que deseo dejar y espero si alguien se siente igual, pueda encontrar amena esta idea

Abro este espacio para profundizar en un pensamiento que ha estado envolviendo mis ideas últimamente… ¿El deseo de vivir es algo natural o antinatural?

¿Por qué me pregunto esto? Me apoyo en la idea de lo que es la energía, el deseo, las ganas, la salud y el cuerpo.

Nuestro cuerpo es una máquina compleja, maravillosa y asombrosa. Durante nuestro desarrollo —las primeras etapas de nuestra vida y nuestra adultez— atravesamos momentos explosivos y llenos de energía: superaciones, problemas, satisfacciones… todo entra en ese lapso.

Pero luego de pasar ese pico, donde ya no podemos subir más, empieza el descenso. Y es justo aquí donde quiero aterrizar:

La batalla entre las ganas de vivir (psicología) y la sabiduría de nuestro cuerpo (naturaleza y biología).

Somos seres pensantes, sobresalientes sobre cualquier otro ser vivo de la Tierra y, por ende, el sentido salvaje del instinto queda por debajo de nuestra razón; de nuestra conciencia que aprende, crea y se renueva.

Entonces, ¿qué ocurre cuando esta mente consciente empieza a notar que su cuerpo no va al mismo ritmo de sus ideas? Comienza ese momento donde la dependencia de otros es sublime e imposible de ignorar.

Volvemos a un estado similar al de cuando llegamos a este mundo: cada vez menos autosuficientes. Y es aquí donde me detengo a pensar:

¿Por qué? ¿Por qué, en vez de llegar al pico y allí simplemente decir “ya he logrado todo lo que mi cuerpo me ha permitido”, no es así?

Siento que me falta mucho más, pero mi cuerpo no acompaña a mis ideas. La naturaleza de mi cuerpo sabe que ya es momento de descansar.

Pero el ser humano, como ser sobresaliente que es, ha implementado toda clase de métodos para alargar la vida: medicinas, prótesis, ayudas…

A veces lo que alargamos no son las posibilidades de vivir plenamente y cumplir metas, sino la agonía de vivir cada día viendo cómo tu cuerpo, poco a poco, se va apagando.

La vida es cruel y dura… o tal vez no. Tal vez nuestro cuerpo es benevolente y piadoso. Así como un perrito viejito siente que ya es momento de partir y se recuesta en una esquinita para dar su último sueño de forma apacible, tal vez ese instinto en nosotros nos pide, a gritos, que descansemos.

Pero seamos realistas: ¡NADIE, JAMÁS va a pensar eso así! Algunos tienen la suerte de ser fuertes y atravesar sufrimientos terribles con tal de poder seguir viviendo.

Mi abuelo fue uno de esos. Sufrió muchas veces de cáncer… y lo superaba. Siempre tenía vida en sus ojos, y yo decía: “Lo va a lograr, mi abuelo va a sobrepasar esto”. Y sus hijos hacían de todo: médicos, tratamientos, lo que fuera.

Y lo lograba, aunque a veces con dificultades y pasando por cosas dolorosas. Pero él, con amor y su fe inquebrantable, se reponía. Hasta que el cáncer volvió con más fuerza y fue ahí donde pude ver a ese mismo hombre quebrarse.

Sus ojos lo decían con total sinceridad: “Ya he vivido suficiente y quiero descansar.”

Yo lo vi y dije: “No va a pasar de esta…” Eso me quebró tanto. Y sus hijos hicieron nuevamente lo imposible. Casi fallece con nosotros a su alrededor, a modo de quedarse dormido. Los paramédicos prácticamente lo revivieron. Yo mismo lo cargué a la ambulancia con ellos.

Y una vez más lo vi partir, sin saber que sería la última vez que lo vería. Ahora falleció solo en la noche… en agonía, porque intentaban mantenerlo con vida. Y eso me rompe la vida.

Pudo fallecer rodeado de sus seres amados. Y le arrebatamos esa oportunidad por el amor de que siguiera entre nosotros.

Pero, ¿no es eso antinatural? Un hombre que le cuesta respirar, que tiene metástasis… ¿Cómo podríamos considerar digna vida mantenerlo así?

Suena inhumano, pero ahora que pienso con la mente fría: Lo humano era que partiera ese día plácidamente, durmiéndose. No amarrado con oxígeno, intentando mantenerlo vivo, respirando en agonía.

Me rompe el alma pensar eso.

He aprendido algo valioso una vez más de él: Aprender a entender el alma.

Sus ojos, cuando tenían vida, era porque estaba dispuesto a todo por vivir. Él sabía que aún podía más. Pero cuando perdió el habla, la autodependencia, el poder disfrutar de la comida, de caminar, de respirar a gusto… él ya había decidido: “Es momento de partir. No hay razón para vivir así.”

“Ya he vivido, he amado, tengo una familia hermosa con la que me siento realizado.” Fueron sus palabras ese día, antes del incidente. Él ya había decidido que no tenía arrepentimientos.

Y nosotros le arrebatamos la decisión con la esperanza antinatural de mantenerlo con vida, por el deseo egoísta de que siguiera con nosotros “por amor”.

Y sí, es cierto, por amor lo sentimos. Pero no es lo mismo decirle a alguien que aún tiene fuerzas “no te rindas” que ponerse en su lugar. Él ya tenía más de 80 años. ¿Qué podíamos pedirle de más?

Era inhumano. Si sus ojos hubieran tenido el alma encendida, no me sentiría así. Pero él ya estaba listo para descansar en paz. Y, por amor, fue sometido a un último calvario. Y eso me rompe en lágrimas.

Por eso cierro esto diciendo:

Vivir no es solo mantenerse con vida a toda costa. Vivir es reconocer este hermoso y trágico proceso de pasar por este mundo, llenarse de experiencias y, una vez llegada la hora, reconocer las flaquezas del destino.

Abrazar esa idea con resignación, siempre y cuando aún tu espíritu tenga fuerzas para un empujón más: haz lo que debas hacer. Pero si tu espíritu ya dio todo, con amor, me parece más humano aceptar el momento de descansar.

Y, del mismo modo, es un acto de amor entenderlo y, al ver los ojos de una persona que ya está lista para partir, no aferrarnos a la idea errada de obligarla a continuar.

A veces uno dice: “Yo quiero llegar a viejito y morir en paz, durmiendo…” ¿Saben una cosa? He aprendido que nuestro cuerpo, en su infinita sabiduría, sabe cuándo es ese momento. Y nosotros mismos nos encargamos de alargar ese martirio a otros por el acto natural que es el temor a la muerte.

No comparto estas palabras diciendo que no hay que combatir un mal o una enfermedad, porque, como dije, uno mismo sabe hasta dónde quiere y puede llegar.

Pero hay momentos en los que, a pesar de todo, el propio cuerpo dice “ya”. A través de la esencia, de la energía, de la mirada… la naturaleza sabe cómo mostrarse cuando la llama se ha apagado.

Es en ese momento donde quiero hacer énfasis: En vez de buscar la manera de aferrar a un alma resignada a descansar, de hacerla pasar un último sendero de dolor y pesar para intentar vivir, simplemente darle toda la paz y calma para que pueda estar con sus seres amados y descansar en paz, como ese deseo que tenemos todos de llegar a viejitos y morir rodeados de quienes nos aman.

Como casi pudo hacer mi abuelo…

y se le arrebató esa oportunidad.

#hive-164923 #vida #muerte #salud #esperanza #amor #filosofia #greenzone #spanish #espanol
Payout: 0.000 HBD
Votes: 11
More interactions (upvote, reblog, reply) coming soon.