- Cuando llegué a Brasil, mi historia no estaba escrita, era solo una colección de recuerdos en mi corazón y la esperanza en los ojos de mis hijos. Los primeros días, el idioma era una melodía que no entendía por completo, un obstáculo que me separaba de la gente y las oportunidades. Pero los migrantes no nos quedamos quietos; nos adaptamos. Encontré una manera de tender un puente entre mi pasado y mi nuevo presente: la escritura y la traducción.


Cada publicación que hago aquí en Hive es más que un texto; es un pedazo de mi alma, un intento de compartir las lecciones y las alegrías que he encontrado. Con cada palabra que traduzco, siento que no solo estoy cambiando idiomas, sino que estoy ayudando a las personas a entenderse, a conectar mundos.






Mi trabajo me ha dado una voz en un país donde las palabras a veces se sienten ajenas. Me ha permitido construir algo, no solo para sobrevivir, sino para florecer. Cada publicación es un recordatorio de que, a pesar de todos los desafíos, estoy aquí, creando, aprendiendo y avanzando. Mi viaje continúa, pero ahora no solo lo vivo, sino que también lo cuento.
La traducción se ha convertido en una herramienta esencial para mí. Mi trabajo consiste en transferir un mensaje de un idioma a otro, asegurando que la intención y el significado original se mantengan intactos. Esto implica no solo conocer las palabras, sino también entender las expresiones culturales y el contexto. En esta nueva vida, mis traducciones sirven para conectar a personas que de otro modo no se entenderían, facilitando la comunicación y el acceso a la información. Es un proceso que me permite construir una base sólida para mí y para mis hijos en este nuevo país.





conectar con una audiencia más amplia. A continuación, tengo planeado subir más historias sobre los desafíos que enfrentamos con los documentos y los logros que vamos alcanzando, manteniendo un registro de cada paso que doy en este camino. Mi objetivo es que mi voz no solo se escuche, sino que también inspire a otros.
English
- When I arrived in Brazil, my story wasn't written down; it was just a collection of memories in my heart and the hope in my children's eyes. In the first few days, the language was a melody I didn't fully understand, an obstacle separating me from people and opportunities. But migrants don't stay still; we adapt. I found a way to bridge the gap between my past and my new present: writing and translation.


Every post I make here on Hive is more than a text; it's a piece of my soul, an attempt to share the lessons and joys I've found. With every word I translate, I feel like I'm not just changing languages, but helping people understand each other, connecting worlds.






My work has given me a voice in a country where words sometimes feel alien. It has allowed me to build something, not just to survive, but to flourish. Each post is a reminder that, despite all the challenges, I am here, creating, learning, and moving forward. My journey continues, but now I don't just live it, I also tell it. Translation has become an essential tool for me. My job is to transfer a message from one language to another, ensuring that the original intention and meaning remain intact. This involves not only knowing the words, but also understanding the cultural expressions and context. In this new life, my translations serve to connect people who might not otherwise understand each other, facilitating communication and access to information. It's a process that allows me to build a solid foundation for myself and my children in this new country.





Connect with a wider audience. Next, I plan to share more stories about the challenges we face with the documents and the achievements we're making, keeping track of every step I take along this journey. My goal is for my voice to not only be heard, but also inspire others.
