Contrato en Londres
Londres, 1970. Una llovizna fina y persistente empapaba las calles, haciendo que la luz de las farolas se refractara en el asfalto mojado. El aire, denso y frío, olía a niebla y extrañamente a... azufre?. De los estudios Regent Sound, una puerta se abrió de golpe, vomitando a la calle una figura oscura.
Ozzy, con el cabello largo y un abrigo de cuero empapado y sus típicos lentes oscuros, reía para si mismo. La grabación de "Paranoid" había sido una carrera contra el tiempo. Ahora, la mezcla de agotamiento, whisky y hierba le había borrado los límites de la realidad. Salió a la calle, ignorando los taxis, caminó el corto trecho hasta su hotel, observando como las siluetas de los edificios parecían retorcerse, mientras la aguja del Big Ben se inclinaba apuntando a su corazón como una espada filosa.
Llegó a su habitación, un espacio lujoso y desordenado. Se desplomó sobre la cama, repasando el plan: una ducha, ropa limpia y luego a un pub a fiestear con zorras y amigos. Se levantó a trompicones y se dirigió al pequeño bar, la botella de Black & White le sonreía. Mientras miraba su reflejo en el espejo, algo en la esquina de la habitación se movió.
Un hombre alto, vestido con un traje de terciopelo negro y una camisa de seda sin abotonar, le observaba. Tenía el cabello muy corto estilo militar y blanco perfecto, pequeños aretes en las orejas y unos anillos de plata y oro adornaban sus dedos, una sonrisa perversa le cruzaba la cara. Antes de que Ozzy pudiese decir algo... "Te ves agotado, muchacho", dijo el hombre con voz seductora.
"¿Quién demonios eres?", preguntó Ozzy.
"Te acabas de responder", dijo el hombre, y su sonrisa de dientes afilados se ensanchó.
Ozzy se echó a reír, sirviéndose otro trago. "El demonio? Creo que ya bebí demasiado", dijo, y tragó el whisky de un envión. Se sirvió otro trago. "Creí que eras más hermoso".
Con una risa profunda, el hombre se transformó. Sus rasgos se suavizaron, su figura se hizo más esbelta y de repente una mujer deslumbrante, con cabello negro y largo y ojos rojizos penetrantes, se reveló ante él. Llevaba un ajustado vestido rojo sangre y llamativos tatuajes en su piel pálida. "¿Me prefieres así?", susurró. La voz de la mujer sonaba a un cántico en una iglesia prohibida.
Un escalofrío recorrió la espalda del rockstar. Se aferró al vaso, bebiendo con pavor. "Qué quieres?", preguntó intentando disimular el miedo.
"Todo", respondió ella mientras sus manos le propinaban caricias con sensualidad. "Te haré más grande que los Beatles. Más deseados que los Stones. Millonario, icónico, con cientos de mujeres a tus pies. El mundo te adorará, serás una leyenda."
"Vaya, tentador" dijo Ozzy "y... a cambio de que?" sudando frío.
"Tu alma" dijo la demonia mientras le extendía el contrato, un par de hojas en caligrafía antigua.
Ozzy lo pensó un instante, hasta que negó con la cabeza. "No, gracias", murmuró.
La cara de la mujer se retorció. Su figura se deformó, los músculos se tensaron debajo del traje que se hizo añicos. La piel se convirtió en un pelaje de cabra, sus uñas en garras afiladas y de la frente crecieron un par de cuernos retorcios, la cabeza de una cabra negra y fornida sustituyó el rostro humano. "¡Firma, maldita sea!", rugió.
Ozzy retrocedió tembloroso, pero controlándose. Terminó su whisky, respiró hondo, y luego de unos instantes dijo "Qué diablos, veamos ese contrato", tomó los papeles y se dirigió a un rincón de la habitación.
El demonio recuperó su forma humana masculina, y con una gran sonrisa gritó "Excelente, hay que brindar", dijo mientras se acercaba al bar y servía un par de whiskys. Cuando se dio la vuelta, no creyó lo que miraron sus ojos. En el suelo, el contrato estaba roto en pedazos, y a su lado, Ozzy, con los pantalones bajados, los orinaba con una sonrisa descarada en su rostro. Una seriedad absoluta se apoderó del rostro del demonio. De pronto una nube de humo espeso y denso envolvió la habitación y en medio de ella Lucifer ser perdió, para más nunca volver.
Meses después el álbum "Paranoid" se lanzó y fue un éxito arrollador. El talento y la voz de Ozzy se impusieron, y se hizo famoso y millonario sin la ayuda del diablo. Incluso con el tiempo, le quitó el título de Príncipe de las Tinieblas.
Fin
Mostrorobot 250912
Este relato es mi participación en el Concurso “La invención de una vida”. Aprovecho la ocasión para invitar a los friends @nachomolina2, @siondaba y @vickaboleyn .
Imágenes realizadas por Mostrorobot utilizando Nano Banana.
