No hubo absolutamente ninguna sorpresa durante la fecha 17 de las eliminatorias sudamericanas, básicamente todas las lógicas se cumplieron y en ese sentido quienes estimábamos que iban a clasificar de manera directa así lo hicieron. Es así que ya hay 6 clasificados y solo resta determinar quién se quedará con el puesto de repechaje, mismo que es luchado de manera muy cerrada por Bolivia y Venezuela; ambas selecciones cerrarán su participación en las eliminatorias de locales en canchas en las que se han hecho muy fuertes contra Brasil y Colombia, respectivamente.
Una vez resumido el estatus actual de la eliminatoria, quiero enfocarme en el partido del día de ayer entre la súper poderosa Argentina y la selección venezolana. Dicho encuentro gozaba de muchos matices visto que cada selección estaba enfocada en cosas muy distintas. Por un lado, Argentina estaba enfocada en la despedida de Messi en cuando a partidos como locales de eliminatorias se refiere y en ese sentido iban a tratar de que el partido fuera lo más grato para la leyenda viviente del fútbol mundial; por otra parte, Venezuela urgida de puntos trataría de rasgar algo que los acercara aún más al repechaje.
There were absolutely no surprises during matchday 17 of the South American qualifiers. Basically, everything went according to plan, and in that sense, those who we thought would qualify directly did so. So, there are already six qualifiers, and all that remains is to determine who will take the playoff spot, which is being fiercely contested by Bolivia and Venezuela. Both teams will close out their participation in the qualifiers at home, on fields where they have been very strong against Brazil and Colombia, respectively.
Having summarized the current status of the qualifiers, I want to focus on yesterday's match between the super-powerful Argentina and the Venezuelan team. That match had many nuances, as each team was focused on very different things. On the one hand, Argentina was focused on Messi's farewell in terms of home qualifying matches and, in that sense, they were going to try to make the match as pleasant as possible for the living legend of world soccer. On the other hand, Venezuela, in desperate need of points, would try to get something that would bring them even closer to the playoffs.
Estaba claro que la posibilidad de que Argentina ganara el partido era altísima, tal y como suele ocurrir en Buenos Aires, pero quienes estamos de éste lado, quizá por temas de “fe”, estábamos expectantes por ver sí el milagro sucedía y en ver sí en una gesta histórica podría suceder algo impensado, cosa que evidentemente no ocurrió. Lo que sí terminó sucediendo en que los argentinos siguen viviendo el sueño de ser la selección más importante de la actualidad, gozan de buen juego, tienen al mejor jugador de la historia (a mi parecer), tienen un DT íntegro que sabe a lo que juega, y bueno, cada aspecto está conjugado para que incluso sean candidatos a ser campeones en el mundial que se aproxima.
Es así que el “Messipalooza”, como lo bautizó el propio Bocha Batista, se dio tal y como se esperaba, un espectáculo futbolístico en el que Messi fue protagonista marcando un par de buenos goles para enloquecer al público presente quienes quizá están viviendo el momento más dulce de su historia futbolera, mientras que Venezuela se limitó a vivir su propia realidad, no pateó al arco y fue víctima de sus propios errores y descuidos los cuales facilitaron el trámite para la albiceleste.
It was clear that Argentina had a very high chance of winning the match, as is usually the case in Buenos Aires, but those of us on this side, perhaps due to matters of “faith,” were eager to see if the miracle would happen and if something unthinkable could happen in a historic feat, which obviously did not happen. What did happen was that the Argentines continue to live the dream of being the most important team today, they enjoy good play, they have the best player in history (in my opinion), they have an honest coach who knows how to play, and well, every aspect is combined so that they are even candidates to be champions in the upcoming World Cup.
Thus, “Messipalooza,” as Bocha Batista himself christened it, unfolded as expected, a soccer spectacle in which Messi was the star, scoring a couple of great goals to drive the crowd wild, who are perhaps experiencing the sweetest moment in their soccer history, while Venezuela was limited to living its own reality, failing to shoot on goal and falling victim to its own mistakes and carelessness, which made it easy for the Albiceleste.
Creo que el día de ayer los venezolanos vivimos un golpe más de realidad, lo de ayer es lo que somos salvo alguna que otra gesta esporádica que nos hace soñar y pensar que podemos ser mejores, pero el tiempo termina poniéndonos en nuestro lugar el cual es uno carente de historia futbolística y de carácter, definitivamente nos falta mucho para codearnos con los mejores y para eso es necesario que se conjugue una buena actitud de los jugadores y un cuerpo técnico que realmente esté capacitado para afrontar el nivel sudamericano y mundial. Aun y con lo antes mencionado, tenemos oportunidad de asistir al repechaje, pero eso es solo gracias a la FIFA y a sus decisiones en cuanto al formato se refiere.
I think that yesterday Venezuelans experienced another dose of reality. What happened yesterday is what we are, except for the occasional sporadic feat that makes us dream and think that we can be better. but time ends up putting us in our place, which is one lacking in soccer history and character. We definitely have a long way to go to rub shoulders with the best, and for that, we need a combination of a good attitude from the players and a coaching staff that is truly capable of competing at the South American and world level. Even with the above, we still have a chance to make the playoffs, but that is only thanks to FIFA and its decisions regarding the format.
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