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En búsqueda de la felicidad
Muchas veces, a propósito de varios poemas, converso con mis estudiantes sobre la felicidad. Les he preguntado: "Quién es más feliz: ¿una mujer exitosa, con títulos académicos, que viaja por el mundo y se aloja en hoteles lujosos? o ¿una mujer casada, ama de casa, con cinco hijos, que vive en una casa pequeña alquilada?" Obviamente que la mayoría dice que la mujer con título es más feliz que la otra.
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Socialmente nos han enseñado que la felicidad tiene que ver con obtener o alcanzar cosas materiales y significativas económicamente: "Seré feliz cuando me gradúe, cuando me compre un auto, cuando compre una casa, cuando un hombre con dinero me pida matrimonio, cuando me gane la lotería", decimos como si mientras no alcancemos lo que nos enseñaron a desear, la felicidad queda pospuesta o como si la felicidad fuera una fórmula igual para todos.
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Nos metieron en la cabeza que la felicidad es cara e inalcanzable, y hasta que, si hoy somos felices, mañana seguro habremos de llorar, como si en la felicidad hubiera un maleficio. De hecho, los más pesimistas han logrado propagar la idea de que la felicidad no existe y que si en todo caso la alcanzamos, será con la muerte.
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En lo personal, creo que la felicidad es muy subjetiva y de allí que no sea una fórmula: lo que puede hacerme feliz a mí, tal vez no te dé felicidad a ti, y viceversa. Tampoco creo que sea un estado permanente que logres alcanzar y que luego de eso, la infelicidad más nunca te toque.
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Según yo, la felicidad se hace de pequeños momentos, a veces tan insignificantes y simples, que pueden pasar desapercibidos para otros. Mi trabajo me da felicidad, por ejemplo, mi familia, mis sobrinos. Soy feliz si recibo un regalo, si comparto una excelente conversación con un amigo, si el Internet o la luz no se van. Ese estado de felicidad no es permanente, pero la cantidad de momentos en los que la felicidad ha estado presente en mi vida es lo que me lleva a decir, sin ninguna duda, de que soy una mujer feliz.
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Tampoco creo que la felicidad tenga que ver con tener cosas lujosas o costosas. Creo que la felicidad tiene que ver con querer o apreciar lo que tienes, sea mucho o poco. Volviendo a la pregunta que le hago a mis estudiantes, la respuesta, tal vez, sea Depende. ¿Depende de qué? Depende de si esas mujeres están haciendo lo que siempre han querido. Y es que tal vez esa mujer que viaja y tiene título siempre quiso tener hijos y no los tiene, y vive infeliz, aunque haya obtenido lo que socialmente es sinónimo de éxito; y la ama de casa, que no se graduó y apenas le alcanza el dinero, siempre quiso tener una familia y es sumamente feliz, aunque a veces pierda la paciencia con los niños y cuando llueve, se le moje la casa.
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Una vez, le hice un examen muy difícil a mis estudiantes. El día que entregué las notas, la mayoría estaba feliz porque había sacado 5 que es la mínima aprobatoria. Excepto Valeria, la mejor estudiante del curso, que estaba muy triste y molesta con ella misma porque no había sacado la máxima nota y había sacado 9,5: "No me permito sacar esa nota, profesora", me dijo amargada, auflagelándose.
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Esta experiencia me lleva a decir que la felicidad es una opción que tú eliges: elegimos ser felices por encima y a pesar de las cosas. No podemos sabotearnos nosotros mismos y exigirnos tanto, que por nuestra culpa seamos infelices. Ojo, no estoy en contra de las metas o exigencias propias, estoy en contra del poder autodestructor que tenemos. En lo personal, mil veces elijo la felicidad de ese 5, que la cuestionada actitud de Valeria.
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Hay una frase de Isaac Asimov que dice: "Tal vez la felicidad sea esto: no sentir que debes estar en otro lado, haciendo otra cosa, siendo alguien más."
Y tal vez la felicidad que buscamos no sea tan difícil ni esté tan lejos, sino que esté al alcance de la mano como agradecer lo que tenemos y no desear ser otro, ni estar en otro lado, ni desear más: tal vez sea cierto lo que dicen que la felicidad no está afuera, sino dentro de nosotros.
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Este post responde a la iniciativa de nuestra estimado amigo @tonyes , quien nos invita a hablar de la felicidad. Si deseas participar, aquí te dejo el enlace para que revises su post de [invitación](https://hive.blog/hive-131951/@tonyes/esp-eng-mi-formula-de)
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HASTA UNA PRÓXIMA OPORTUNIDAD, AMIGOS
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Todas las imágenes son de mi galería personal y el texto fue traducido con Deepl Translate
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Versión en inglés
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Image from my personal gallery
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In pursuit of happiness
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Often, when discussing various poems, I talk with my students about happiness. I have asked them: “Who is happier: a successful woman with academic degrees who travels the world and stays in luxury hotels? Or a married woman, a housewife with five children, who lives in a small rented house?” Obviously, most say that the woman with degrees is happier than the other.
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Society has taught us that happiness has to do with obtaining or achieving material and economically significant things: “I'll be happy when I graduate, when I buy a car, when I buy a house, when a man with money asks me to marry him, when I win the lottery,” we say, as if happiness is postponed until we achieve what we have been taught to desire, or as if happiness were the same formula for everyone.
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They have drummed into our heads that happiness is expensive and unattainable, and that even if we are happy today, tomorrow we will surely cry, as if happiness were cursed. In fact, the most pessimistic have managed to spread the idea that happiness does not exist and that if we do achieve it, it will be with death.
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Personally, I believe that happiness is very subjective and therefore there is no formula for it: what makes me happy may not make you happy, and vice versa. Nor do I believe that it is a permanent state that you can achieve and then never experience unhappiness again.
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In my opinion, happiness is made up of small moments, sometimes so insignificant and simple that they can go unnoticed by others. My job makes me happy, for example, as do my family and my nephews. I am happy when I receive a gift, when I have a great conversation with a friend, when the internet or the power doesn't go out. That state of happiness is not permanent, but the number of moments when happiness has been present in my life is what leads me to say, without a doubt, that I am a happy woman.
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Nor do I believe that happiness has anything to do with having luxurious or expensive things. I believe that happiness has to do with wanting or appreciating what you have, whether it is a lot or a little. Returning to the question I ask my students, the answer, perhaps, is “It depends.” Depends on what? It depends on whether those women are doing what they have always wanted to do. Perhaps the woman who travels and has a degree always wanted to have children and doesn't, and lives unhappily, even though she has achieved what is socially synonymous with success; and the housewife, who didn't graduate and barely makes ends meet, always wanted to have a family and is extremely happy, even though she sometimes loses her patience with the children and when it rains, her house gets wet..
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Once, I gave my students a very difficult exam. On the day I handed out the grades, most of them were happy because they had gotten a 5, which is the minimum passing grade. Except for Valeria, the best student in the class, who was very sad and upset with herself because she hadn't gotten the highest grade and had gotten a 9.5: “I don't allow myself to get that grade, teacher,” she said bitterly, feeling down on herself.
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This experience leads me to say that happiness is a choice you make: we choose to be happy above and despite things. We cannot sabotage ourselves and demand so much of ourselves that we make ourselves unhappy. Mind you, I am not against setting goals or demands for ourselves; I am against the self-destructive power we have. Personally, I choose the happiness of that 5 a thousand times over Valeria's questionable attitude..
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There is a quote by Isaac Asimov that says: “Perhaps happiness is this: not feeling that you should be somewhere else, doing something else, being someone else.”And perhaps the happiness we seek is not so difficult or so far away, but rather within reach, like being grateful for what we have and not wishing to be someone else, or be somewhere else, or want more: perhaps it is true what they say, that happiness is not outside, but inside us..
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This post responds to the initiative of our dear friend @tonyes, who invites us to talk about happiness. If you would like to participate, here is the link to his post [invitation](https://hive.blog/hive-131951/@tonyes/esp-eng-mi-formula-de)
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UNTIL NEXT TIME, FRIENDS
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