Que tal? Espero que te encuentres bien! Estos días no han sido muy fáciles debido a algunas situaciones en el ámbito psicológico y emocional en mi persona, pero bueno, nada que no se pueda solucionar. En medio de la adversidad, uno siempre busca refugio, o al menos algo de esperanza. Esta canción de mi autoría habla sobre la dualidad, la lucha de la luz y la oscuridad dentro de uno mismo, la ambivalencia reflejada en momentos de tormenta y momentos de calma. Los matices o contrastes de la humanidad están compuestos por el bien y el mal, actualmente, estos dos opuestos están luchando dentro de cada ser. Como dije, todo son matices, entre la variedad de la energía del infinito siempre va haber un resplandor de serenidad y equilibrio. Es muy difícil salir de la dualidad. Todos estamos tan llenos de contradicciones, de mentiras, y una de las razones de mi malestar estos días es recordar este hecho, ver el abismo dentro de mi. A veces creo que, a pesar de encontrarnos en algún momento en una situación deplorable, ya sea por factores externos o por resultado de nuestras propias acciones, el alma siempre tendrá una necesidad de salir del cautiverio de la mente, la conciencia en nosotros sabe que el camino es la armonía y la aceptación de aquello que no controlamos, el trabajo en el propio ser y la búsqueda de la sinceridad, cosa que en estos tiempos casi ni existe. En conclusión, la canción es una observación a la complejidad de las emociones y deseos humanos y como estas nos pueden llevar a cometer errores y, por ende, causar sufrimiento. En medio de ese panorama, busco refugio en la música, el arte, la poesía, la belleza en general, las cosas que nos otorgan calma.