En aquel rincón oscuro, vive escondido y abandonado el recuerdo, filigranas que reposan, reliquias de amor y tiempo, caducas formas de vida, temores, olvido y miedos.
En aquel rincón oscuro, donde se oculta el talento, tiembla la vida olvidada y maltratada, cubierta de un negro velo, burlada de los derechos, ausente perdida en sueños.
En aquel rincón oscuro, quedó el amor que fue nuestro o que creímos que lo era, titilando cuál lucero, abrazándose al recuerdo, cubierto de polvo y tiempo que se detiene.
Almas gemelas que danzan, en los mundos paralelos, en los etéreos parajes, donde es posible el encuentro, libres flotando sin verse y sin conocerse, ahítas de sentimiento.
El viento me trae las voces, llenando el vacío que siento, de los que antaño existieron, de encuentros y desencuentros, de amores que se quedaron, prendidos en los recuerdos, como fieras de sus presas.
En el oscuro rincón, palpita silente el miedo, como una fiera atrapada, que acepta muda el encierro, donde el aire se mastica, con sabor a hiel y a acero.
La tierra a sentencia huele, la carne a caricia sabe, el aliento huele a esencia, y el latido a amores sabe, el corazón huele a vida, la existencia se relame.