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El día de hoy quería decirte unas cortas palabras, aunque se que no las leerás y nunca te las podré decir jamás, pero tu partida dolió y arrebató de mí la paz, me hizo sentirme insegura y de levantarme ya no soy capaz.
Cuando se pierde un amigo el dolor comienza a vivir en tí, todos los días te levantas y sientes que ya no puedes seguir, te cuesta respirar y sientes que también puedes morir, te das cuenta que somos muy frágiles y se te olvida reír.
Me cuesta aceptar el motivo que te hizo partir, te faltaron hacer muchas cosas y con tu familia compartir, mi manera de expresar lo que siento siempre ha sido escribir, palabras es lo que me sobran pero nadie las puede oír.
La ultima vez que te vi no noté que estabas mal, la vida fué diseñada para que el estrés lo veamos normal, pero luego que reflexionamos nos damos cuenta que era una señal, al final todo lo que haces es sentir una culpa abismal.
Todos te dicen que la vida sigue que tienes que luchar, pero nadie sabe que cuando duele el alma no te puedes ni levantar, imagino a tu hijo y esposa el dolor que deben soportar, lo peor es que mis fuerzas no me permiten irlos a consolar.
Se que aprenderé a manejar mi dolor, lucharé con todas mis fuerzas para que mi vida vuelva a tener color, no será fácil pero se que encontraré el valor, cuento con la ayuda de Dios y la pediré con fervor.
