In the darkest moments, when the betrayals of those we trusted seem to break our souls, and the weight of trials makes us doubt our own strength, it is there where a miracle arises. It is precisely in our fragility and in the depths of our weakness that God acts powerfully, depositing within us the strength that the mire of life has taken away. Like a light piercing through the shadows, He shows us that every wound can become a gateway to rebirth, and that even the darkness can be the prelude to a new hope.
En los momentos más oscuros, cuando las traiciones de aquellos en quienes confiábamos parecen quebrar nuestra alma, y el peso de las pruebas nos hace dudar de nuestras propias fuerzas, allí es donde surge un milagro. Es precisamente en la fragilidad y en la profundidad de nuestra debilidad donde Dios actúa de manera poderosa, depositando en nosotros la fortaleza que el fango de la vida nos ha arrebatado. Como una luz que atraviesa la penumbra, nos muestra que cada herida puede convertirse en una puerta hacia el renacer, y que incluso las sombras pueden ser el preludio de una nueva esperanza.
