Tengo algunos destellos o recuerdos de donde comenzó la historia con mis fobias, creo que no fue entre gritos o escándalos en casa, pero si puede ser por tantas historias que escuche sobre estos reptiles, que aún me incomodan.

Mi abuela siempre nos contaba historias sobre las culebras, estos animales que más allá de su veneno, tienen un aspecto, en lo personal terrorífico. Ella contaba que cuando vivió de pequeña en una zona rural del estado Falcón su pueblo natal, en ese tiempo no había electricidad, ni servicios básicos, debía transitar por medio de una sabana para buscar agua en vasijas, éste proceso le causaba mucha angustia porque solo pensaba en las culebras a su paso. Eso quedó en mi cabeza 🤯.

Pienso que de ese punto partia mi fobia, porque en casa, la única que le tiene terror a esos animales soy yo, el resto no los aman, pero tampoco se espantan. El caso es que mi fobia por éste tipo de reptil sigue siendo inmensa pero un poco más controlada, antes todo lo que se movía igual a las serpientes me daba pavor, un miedo incesante. Los gusanos de la basura, las lombrices rojas, los gusanos de las plantas, todo ese tipo de animal era para mí un horror de solo verlos.

Recuerdo en una de esas malas experiencias que viví con estos reptiles, estaba frente a una tienda cerca de casa, hablando por teléfono en uno de esos pegaitos (teléfonos celulares de alquiler) porque poco se veían los celulares personales, mientras estuve conversando en uno de ellos súper relax, había llovido esos días, y se me ha metido en las sandalias, una lombriz negra de tierra que la vi del tamaño de una anaconda, Jejeje.

En la tienda habían varias personas, tenía espectadores de aquel show que formé, me he comenzado a quitar prendas de vestir, como la chamarra, las medias que llevaba, bote las sandalias, el bolso, todo esto mientras lloraba, gritaba y saltaba al mismo tiempo. Ese fue el show del año, Jejeje, ahora me río pero recuerdo con detalle lo sucedido, era un terror impresionante lo que sentí, incluso sudaba intensamente, el corazón estaba acelerado, fue una experiencia terrorífica. Después de eso muchos de mis vecinos que presenciaron aquel momento me llaman "Culebrita" 🤭🤭🤭.

Siempre supe que estos reptiles no hacen daño, es más un chock psicológico, pero es como ver todos esos animales subiendo por mis piernas, o conseguirlos a cada paso, en cada lugar, es una sensación perturbadora, que incluso hasta en la TV no puedo ver estos reptiles, o no podía.

Con los años, he aprendido a controlar un poco más el miedo, he tratado de convencerme de que no hacen nada, en algún momento me he tropezado con las lombrices rojas, y las muevo de lugar sin verlas mucho, pero es un avance el no salir corriendo como loca. Es más bien una cuestión de su forma, su movimiento, su apariencia en si, eso para mí vista es terrible.

No puedo decir que en casa me transmitieron ésta fobia porque como dije al comienzo, no escuché gritos o situaciones relacionadas con estos animales. Si, he controlado más mi fobia porque tengo una hija de 11 años, si ella me ve con ese miedo a los reptiles, seguramente asumirá el mismo patrón, no quiero eso para ella. Ahora, solo se ríe de mi cuando me pasa algo relacionado con estos animalitos indefensos 🙃.

Pienso que es importante aceptar nuestros miedos, de lo contrario nunca habrán avances relevantes, en lo personal no me señaló o juzgo con respecto a ésta situación, no me considero culpable de vivir con ésta fobia, más bien trato de manejarlo por el bien familiar, por el mío propio.

En estos tiempos puedo ver todos estos reptiles en la TV, sin mucha permanencia visual pero para mí es un logro, antes no me lo permita ni un segundo, así que existen avances.

Quizás acceda en algún momento a ver una serpiente en un zoológico con las medidas necesarias de seguridad, siempre como quien mira los toros desde la barrera, pero nunca cerca de mi casa, mi entorno o mi familia, eso me llenaría de angustia. Estos son pequeños avances en forma general, pero para mí son grandes logros, porque cuentan, porque van disminuyendo tantas sensaciones que se viven cuando la fobia invade tanto la mente como el cuerpo, así que, celebró esa parte de mi camino que viene paso a pasito pero que hacen la diferencia en mi bienestar emocional.

I have some flashes or memories of where the story with my phobias began. I don't think it was among screams or scandals at home, but perhaps because of so many stories I've heard about these reptiles, which still make me uncomfortable.

My grandmother always told us stories about snakes, these animals that, beyond their venom, have a personally terrifying appearance. She said that when she lived as a child in a rural area of the state of Falcón, her hometown, at that time there was no electricity or basic services, she had to travel through the savannah to fetch water in jars. This process caused her great anguish because all she could think about were the snakes she passed by. That stayed with me 🤯.

I think that's where my phobia stemmed from, because at home, the only one terrified of these animals is me. The rest don't love them, but they aren't scared off either. The fact is that my phobia for this type of reptile is still immense but a little more controlled. Before, everything that moved like snakes terrified me, an incessant fear. Garbage worms, red worms, plant worms—all those kinds of animals were horrifying to me just to see.

I remember one of those bad experiences I had with these reptiles. I was in front of a store near my house, talking on the phone on one of those "pegaitos" (rental cell phones) because personal cell phones were rarely seen. While I was talking on one of them, super relaxed. It had been raining those days, and a black worm got into my sandals. of land that I saw the size of an anaconda, hehehe.

There were several people in the store, I had spectators of that show I put on, I started taking off clothes, like my jacket, the socks I was wearing, I threw away my sandals, my purse, all of this while crying, screaming and jumping at the same time. That was the show of the year, hehehe, now I laugh but I remember in detail what happened, it was incredibly terrifying what I felt, I even sweated intensely, my heart was racing, it was a terrifying experience. After that, many of my neighbors who witnessed that moment call me "Culebrita" 🤭🤭🤭.

I always knew that these reptiles don't cause any harm, it's more of a psychological shock, but it's like seeing all those animals climbing up my legs, or finding them at every step, in every place, it's a disturbing sensation, that even on TV I can't see these reptiles, or I don't I could.

Over the years, I've learned to control my fear a little more. I've tried to convince myself that they don't do anything. At some point, I've tripped over the red worms and moved them around without really looking at them, but it's progress not to run away like crazy. It's more a question of their shape, their movement, their appearance itself—that, to me, is terrifying.

I can't say that this phobia was passed on to me at home because, as I said at the beginning, I haven't heard any screams or situations related to these animals. Yes, I've controlled my phobia more because I have an 11-year-old daughter. If she sees me with this fear of reptiles, she'll surely adopt the same pattern. I don't want that for her. Now, the only thing he laughs at me is when something related to these defenseless little animals happens to me 🙃.

I think it's important to accept our fears, otherwise there'll never be any significant progress. Personally, I don't point fingers or judge myself regarding this situation. I don't consider myself guilty of living with this phobia. Rather, I try to manage it for the good of my family, for my own.

These days, I can see all these reptiles on TV without much visual attention. But for me it's an achievement, before I wouldn't have allowed myself to do it for even a second, so there is progress.

Perhaps I'll get to see a snake in a zoo someday, with the necessary safety measures in place, always like someone watching a bullfight from the sidelines, but never near my home, my surroundings, or my family. That would fill me with anguish. These are small steps forward overall, but for me they're great achievements, because they count, because they diminish so many sensations that are experienced when a phobia invades both the mind and the body. So, I celebrate this part of my journey that comes step by step but that makes a difference in my emotional well-being.

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