Me conozco... muy bien.

¿Puedes decirme que también me extrañas? se hace rutinario para mí, el extrañarte digo y en consecuencia estoy acostumbrada.

Extraño ese aroma tuyo en mi almohada ¿feromonas son? que importa el nombre sé que son esas las que me enloquecen y ese calorcito espero se quede impregnado en mis sabanas .

No me molestaría si dices que también me extrañas sonrojaría mis mejillas a tal punto de delatar este encanto que me hace fantasear.

Abriría mi puerta y mostraría de mí la mejor versión esa oculta ya hace algún tiempo ¿Por desamor? ¡Tal vez!

Pero sé, que no vendrás y aunque no lo hagas seguiré mi camino con sueños blancos donde momentáneamente decides aparecer así, para no hacerte olvidar como si fuese adrede

ilusionándome como tonta más en este mundo si tan solo creyese que aparecerías en mi puerta y dijeras lo que mis oídos han esperado escuchar se que no vas a decirlo te gana el orgullo, ese inútil que me hizo alejarme.