Por alguna razón este fenómeno sucede cuando menos te lo esperas, los marineros que han sido testigos dicen que comienza como un remolino pequeño que se hace gigantesco en un parpadeo, barcos enteros son arrastrados por la fuerte corriente para ser triturados en el torbellino. Se trata de una trampa mortal que no tiene explicación. Una licuadora colosal en medio del mar.
Nadie sabe que lo causa y nadie sabe porque sucede, los viejos pescadores han esparcido la leyenda de un monstruo marino de gigantescas proporciones que vive en las profundidades y sale a la superficie cada cierto tiempo para devorar todo lo que pueda.
Ese fenómeno sin precedentes tiene un nombre muy particular: "La boca del océano"
El sol brillaba sobre el lujoso crucero llamado “La Estrella del Caribe” mientras que la adinerada familia Mendoza disfrutaba de su verano en alta mar. Con copas de champán en mano, ellos festejaban una fiesta inolvidable. Los niños correteaban en la cubierta, los adultos se asoleaban en la piscina, se divertían como todos los días y eran ajenos al oscuro secreto de las aguas que los rodeaban.
la fiesta continuó incluso tras caer la tarde, mientras la música sonaba, la atmósfera cambió cuando una de las mujeres noto algo extraño a lo lejos; Valeria miró hacia el océano, en donde un remolino se iba formando, girando lentamente.
A medida que el crucero avanzaba, el remolino se hacía más grande, tragándose las olas a su alrededor. Los pasajeros comenzaron ponerse nerviosos; una mujer gritó al ver cómo las aguas se torcían. la corriente lo atrapo, sin importar el tamaño del navío, el agua se movía en un violento espiral. El barco comenzó a vibrar, y las luces parpadearon.
De repente, por estribor, un fuerte golpe sacudió “La Estrella del Caribe” y el caos estalló como una granada. La fuerte corriente se apoderó del mar por varios kilómetros, arrastraba todo lo que estaba en su dominio hacia el abismo del remolino.
Los pasajeros luchaban por sobrevivir, mientras que los fuertes gritos de horror se mezclaban con el ruido del vórtice. Valeria tomó la mano de su prima y vio la desesperación reflejada en sus ojos.
A medida que el barco se inclinaba hacia un lado. Uno a uno, los pasajeros caían en el pánico. el capitán gritó órdenes que se perdieron en la vorágine. El mar se llevó todo a su paso.
A medida que el barco se hundía en el abismo, Valeria cerró los ojos con fuerza, sin luchar, sin resistirse, se rindió ante lo inevitable. El gran estruendo del desastre fue como un gran mordisco.
Al final "La Estrella del Caribe” desapareció sin dejar rastro, no hubo ningún sobreviviente y la naturaleza volvió a la normalidad. En la superficie, el mar oscilaba suavemente, como si no hubiera ocurrido nada horrible.
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