Hola, me llamo Kelvin Peña, tengo 33 años y trabajo en una construcción, mi equipo y yo trabajamos en las reparaciones de un edificio. Como sea, no quisiera aburrirte contándote mi vida. Te escribo esta historia porque siento que no he sido yo mismo...
Veras, hace unas semanas (más o menos, últimamente tengo problemas para recordar cosas) tuve un accidente en el trabajo, una caja de herramientas me cayo en la cabeza, y fue justamente el día en el que había olvidado llevar mi casco.
Tuve mala suerte y tuvieron que llevarme urgencias, pero no te preocupes, no fue nada grave, estuve unos días hospitalizado con vendas en la cabeza... O tal vez fueron unos meses, no estoy seguro, aun trato de organizar mis pensamientos.
La verdad es que mi vida no ha sido la misma desde el día del accidente, es como si hubiera estado dormido por un largo tiempo, y hoy simplemente desperté.
Pero no lo entiendo, juraría que solo estuve unos días ausentes, pero el edificio en el que mi equipo trabajaba fue terminado en poco tiempo. No solo eso, es como si hubiera viajado en el tiempo.
La ciudad que conocía ha cambiado y por alguna razón las personas ni siquiera me notan, es como si fuera aun más invisible de lo que era... Eso me entristece.
No tengo idea de que sucedió con el mundo, pero siento que me dejo atrás. Mi hogar ya no es mi hogar, me desalojaron por alguna razón. Todo esto esta sucediendo muy rápido, no se que hice mal, yo solo tuve mala suerte.
Me siento muy afectado por todo esto, solo vago por las calles como un vagabundo y nadie me mira. Me detengo en cada esquina para escuchar conversaciones ajenas, solo para pasar el tiempo.
Las personas pasan de mi con indiferencia, ignorando mi presencia. Tal vez... Solo tal vez, yo no soy una persona interesante, me ven como uno más del montón. Para serte honesto, me siento muy melancólico, y no se que puedo hacer, ni siquiera puedo hablar con mi familia.
En estos días de lluvia, no tengo un techo que me cubra la cabeza. Sabes... Al mirar mi reflejo en un charco, no había nada que ver. No había rostro, ni cuerpo; solo agua en el suelo.
Creo que... Creo que ya sé que fue lo que sucedió, todo este tiempo he estado tratando de convencerme de que el golpe en la cabeza me dejo en coma y que todo lo que me pasaba eran productos de mis delirios mentales... Pero no puedo seguir evitando la verdad de los hechos.
Las personas que llegue a conocer seguirán adelante sin mi, no se que sera de mi, pero les deseo mucha suerte en sus vidas.
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