
LOS HUEVOS
Eran poco más de las dos menos cuarto y ya Luciana había abierto unas veinte veces el rastrillo para mirar a los lejos por si Justino regresaba o no con los huevos para la tortilla del almuerzo. A principios de año todas las gallinas se le habían enfermado y muerto de moquillo. Por eso cada tres días compraban huevos en la finca de Godo donde los vendían a buen precio, incluso a veces los regalaban.
Había perdido la cuenta del tiempo desde que lo vio salir con la promesa de volver en un pispás. Estaba el arroz frío, los frijoles cuajados de manteca y los tomates permanecían mosqueados encima del platón. Cuando llegue con los huevos, se los va a comer crudos y solos, y que el alcohol que trae en la sangre se los cocine en la garganta. Lo único que me lo salva de un escobazo en el lomo es que se haya caído borracho en el rio del cocotal y ahora mismo no respire ̶ murmuraba.
Luciana cansada de ponerse y quitarse las botas para brincar el canarreo de la entrada a la estancia, maldecía el nombre de Justino a los cuatro vientos, mientras le tiraba el arroz con frijoles a los puercos. Si no se hubiera embarazado a los trece años de aquel guajiro bebedor y vago, si no se le hubieran ido los mellizos a estudiar para la ciudad, si le hubiera hecho caso al chofer de la pipa de leche aquella madrugada…
Raspando las tres y media y con palo en mano, cogió camino hacia la finca de Godo. Jamás las guácimas le habían parecido más numerosas y densas que esa tarde cuando llegó a cruzar los troncos en el río del cocotal. Nunca antes había visto una corriente tan entrecortada a mediados de octubre, ni más extrañamente turbia y viscosa. Le recordó entonces a una manada de tilapias que hubieran desovado antes de tiempo, cuando creyó ver entre la maleza de las márgenes del arroyo, no sus pequeñas huevadas otoñales, si no sendas yemas, como de gallinas.

𝐂𝐨𝐩𝐲𝐫𝐢𝐠𝐡𝐭 ©️ 𝐘𝐚𝐝𝐢𝐫𝐚 𝐓𝐫𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐍𝐞𝐫𝐞𝐲 𝟐𝟎𝟐𝟓 𝐓𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐫𝐞𝐜𝐡𝐨𝐬 𝐫𝐞𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐝𝐨𝐬

✨ ¡𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒆𝒆𝒓! ✨
𝑺𝒊 𝒂ú𝒏 𝒏𝒐 𝒎𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒔: 𝒔𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒖𝒓ó𝒍𝒐𝒈𝒂 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒐𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒃𝒂𝒏𝒂, 𝒎𝒂𝒅𝒓𝒆, 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓 𝒚 𝒔𝒐ñ𝒂𝒅𝒐𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓ó 𝒆𝒏 𝑯𝒊𝒗𝒆 𝒖𝒏 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒂𝒄𝒊𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒂𝒓.
𝑬𝒍 𝒕𝒆𝒙𝒕𝒐 𝒚 𝒍𝒂𝒔 𝒊𝒎á𝒈𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒐𝒏 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒂𝒖𝒕𝒐𝒓í𝒂.
𝑩𝒂𝒏𝒏𝒆𝒓 𝒅𝒊𝒔𝒆ñ𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝑳𝒖𝒎𝒊𝒊.
¿𝑻𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕ó 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒑𝒖𝒃𝒍𝒊𝒄𝒂𝒄𝒊ó𝒏? 𝑽𝒐𝒕𝒂, 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒐 𝒓𝒆𝒃𝒍𝒐𝒈𝒖𝒆𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂𝒓 𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒂𝒔. 💛