
No more correspondence.
The profession of postman disappeared many years ago in several countries, farewell to the whistle that announced that a letter was at your door. That sound, accompanied by the cry of “postman,” was replaced by the ping of a notification. Letters now travel not by road and truck but through electronic transmission lines.
With the emergence of the internet, email appeared, and now everyone could send mail. In organizations, the form of internal communication changed. No more meetings or last-minute calls from a boss to assign a task. Now the boss could be in the comfort of his home and send you a large number of instructions late at night to have ready first thing the next day. In response to any complaint from an employee, the most common phrase was: “Did you check your email? I sent you the correspondence last night.” The 1990s were characterized by the massive and abusive use of email.
In this first quarter of the 21st century, emails are no longer abundant. Information, documents, and correspondence are sent through social media. In my case, I used to have four email accounts, but now three of them are closed. Businesses and companies decided to say “No more correspondence.” Now it's a flyer, a meme, or a short video. This decision, associated with the immediacy of information, has a major impact on how people communicate.
Fewer and fewer professionals know how to write good correspondence. Reading and writing skills are losing ground to social media. Now, with WhatsApp, people say, “No more correspondence, just send me a voice note and that's it.”
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En Español
No más correspondencia.
La profesión del cartero desapareció hace muchos años en varios países, adiós al silbato que anunciaba que una correspondencia estaba en la puerta de tu casa. Ese sonido acompañado del grito de carterooo, fue sustituido por el ping de una notificación. Las correspondencias ahora no viajan por carreteras y camiones sino a través de las líneas de transmisión electrónicas.
Con el surgimiento del internet, apareció el correo electrónico, ahora todo el mundo podía enviar una correspondencia. En las organizaciones, la forma de comunicación interna cambio. Nada de reuniones, ni llamadas de última hora por parte de un jefe para asignar una tarea. Ahora el jefe podía estar en la comodidad de su hogar y enviarte en altas horas de la noche una gran cantidad de instrucciones para que las tuvieras lista a primera hora del otro día. Ante cualquier reclamo del empleado la frase más común era: revisaste tu correo, te envíe la correspondencia anoche. La década de los 90 del siglo pasado se caracterizó por el uso masivo y abusivo del correo electrónico.
En este primer cuarto de siglo XXI, ya no abundan los correos electrónicos. Las informaciones, documentos o correspondencia se envían a través de las redes sociales. En mi caso que llegue a tener 4 cuentas de correo eléctrico ahora tres están cerradas. Los comercios, empresas decidieron “No más correspondencia”, ahora es un flyer, un meme o un video corto. Esta decisión asociada a la inmediatez de la información tiene un gran impacto en la comunicación de las personas.
Cada vez son menos los profesionales que saben redactar una buena correspondencia. Las habilidades de Lecto-Escritura van perdiendo terreno ante las redes sociales. Ahora con el WhatsApp la gente te dice no más correspondencia envíame una nota de voz y listo.
La imagen es de [Pixabay](
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