Buenos días desde Cuba a los amigos en literatos, esta comunidad de afectos y literatura y también, por qué no, de literarios afectos. Hoy, un nuevo poema y una nueva esperanza.
EL MÁSTIL QUE SE VA
Intenta, lastimado, sublevarse. Cardúmenes aguardan en la playa. Todo el incendio de su vientre calla. El mástil que se va no ha de encontrarse. Difícil ecuación la de exiliarse en la sombra con rostro de Alfonsina. El salitre no ofende, no camina hacia el vuelo final de una gaviota. La humilde orilla esconde su derrota inútil, visionaria, femenina