
Buenos días a los amigos de Literatos. Contenta de volver por estos predios y de publicar un nuevo poema que espero les guste.
Estoy angustia y angustia. ¿Sabré enfrentar la última ola, de repente?
Hablan de mi sed las voces y los ecos. En las profecías de los blancos papeles las tónicas huelen a hollín. Han cerrado las puertas. Huyen de la luz los culpables y yo he quedado, entre voces y ecos, muda.
Frente a las alas de una gaviota soy el estiércol de un mar a la deriva.