
Hoy corrí mi tercer CCS Rock 10km de buena vibra y fue simplemente estupendo. No solo por el tiempo, el ritmo o la distancia, sino por lo que sentí en cada paso. Caracas vibraba: la música, los aplausos, los corredores, todo era una sinfonía de esfuerzo y alegría.
Desde el primer kilómetro supe que sería especial. Mi cuerpo respondía, pero fue mi mente la que lideró el camino. Recordé cada entrenamiento, cada día en zona 2, cada momento en que dudé… y seguí. Porque correr no es solo avanzar, es resistir, es confiar, es estar presente, de confiar en ti, en tus entrenamientos. Para eso te preparaste (si puedo, si puedo!! Fue mi lema en toda la carrera )
Hubo momentos duros, claro. El calor, la subida, el cansancio. Pero también hubo magia: la felicidad de muchos de los corredores, una canción que me impulsó ( el rock del km 5 y 8) una vista que me recordó porqué corro. Y al cruzar la meta, no solo celebré el tiempo, celebré la versión de mí que llegó hasta allí.
Hoy no corrí sola. Corrí con mi comunidad, con quienes me leen, con quienes entrenan conmigo, con quienes creen en el poder de moverse. Gracias CCS Rock por recordarme que correr transforma, une y revela.
Hoy soy más fuerte, más agradecida, más yo. Hoy marcamos el ritmo!
For the best experience view this post on Liketu