
Correr 10K no es solo una meta, es una experiencia que se construye paso a paso. Cada kilómetro tiene historia, y conocer la ruta antes de la carrera transforma el recorrido en algo íntimo. El reconocimiento de ruta no es solo estrategia: es conexión. Saber dónde apretar, dónde respirar, dónde dejarse llevar.
Entrenar en zona 2 ha sido clave. Aprender a correr sin prisa, escuchando el cuerpo, respetando el ritmo. Es ahí donde se construye la base, donde la mente se fortalece y el corazón se adapta. No siempre es fácil, pero es profundamente transformador.
Y si algo lo hace especial, es compartirlo. Correr con amigos, con tu equipo, con LPGRunners, le da sentido a cada paso. Hay algo mágico en ver a otros esforzarse a tu lado, en compartir silencios, risas, y ese último sprint que parece imposible pero se logra juntos.
Este 10K no es solo mío. Es de todos los que han estado en cada entrenamiento, en cada charla post-run, en cada mensaje de aliento. Vamos por más, con gratitud, con fuerza, y con el corazón latiendo al ritmo de la comunidad que nos sostiene.
Y cada paso que damos juntos fortalece el vínculo. No es solo correr, es compartir propósito, energía y sueños. LPGRunners no es solo un equipo: es familia en movimiento.
Todo suma, vamos por esos 42k porque si se puede!
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