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!¡Hola Hivers y amigos de la comunidad Holos y Lotus! Espero que os vaya bien. Esta semana, nuestra columnista invitada @graciadegenios nos invitó a compartir nuestros pensamientos y experiencias sobre el equilibrio vital, un aspecto importante de la vida con el que la mayoría de nosotros luchamos.
Personalmente, encontrar el equilibrio nunca ha sido un logro lineal para mí. Puedo tenerlo todo bajo control este mes y al siguiente sentirme como en una montaña rusa. Así que no es algo por lo que me presione constantemente, a diferencia de otras áreas de mi vida.
Como estudiante, me resulta difícil ser constante aquí en Hive y seguir al día con mis estudios. Recuerdo una época en la que estaba tan absorbido por Hive que pensé que podría dedicar la misma energía a estudiar, pero al final no lo hice y mis notas se resintieron por ello. Aquello fue una muestra de que no es sencillo crear un equilibrio entre las cosas que te importan, sobre todo cuando una es mucho más interesante que la otra. Tuve que aprender a reconocer mis prioridades de la más importante a la menos importante.
Incluso con las prioridades establecidas, sigue sin ser fácil. Durante estas vacaciones, en las que no hago gran cosa al día, todavía me cuesta terminar la jornada con una sensación de plenitud. Algunos días me concentro, logro mis objetivos y me acuesto con tranquila satisfacción. Otros días me desconcentro y me vuelvo hacia cosas que me dan placer, y como todos sabemos, apoyarse sólo en lo que sienta bien en el momento rara vez da una satisfacción duradera.
Así que sí, todavía no he encontrado el equilibrio perfecto en la vida, y por eso sigo deseando crecer y mejorar en todos los aspectos de mi vida. Estoy trabajando para conseguir un estado en el que sea más organizada y consciente de mis palabras y acciones, en el que no deje las cosas para más tarde y en el que viva de forma consciente y productiva. Creo que puedo conseguirlo, pero también sé que llevará tiempo y esfuerzo. En lugar de esperar a alcanzar ese estado, intento entretejer el crecimiento en mi vida diaria para sentirme satisfecha con cada hito, por pequeño que sea.
En este proceso de crecimiento, intento mantener la versión no diluida de mí. He visto a gente perseguir la mejora sólo para acabar viviendo la vida de otra persona y nunca estar satisfecha con ella. Un buen primer paso para encontrar el equilibrio es saber quién eres y qué quieres, porque esa claridad marca el camino en la dirección correcta.
Dicho esto, entiendo que el equilibrio no consiste en repartirlo todo, sino en establecer prioridades y sentirse realizado. Reflexionar sobre este tema me hizo reconocer algunas de las cosas que me aportan felicidad y un sentido de propósito. Estas son mis claves para mantener la paz en medio del caos de la vida.
Para mi bienestar físico, el deporte ha sido una parte importante. Al menos tres veces por semana, estoy en la cancha con gente que ama el mismo juego que yo. Hacemos ejercicio, probamos algunas posturas de yoga y luego entramos en el partido. Esto abarca muchas áreas de mi vida: física, social y mental. Es divertido, me mantiene en forma y además me da un sentido de comunidad. Es un pasatiempo que me da alegría a la vez que satisface otras necesidades. Además, me ahorra tiempo y dinero, ya que no necesito abonarme a un gimnasio.
La familia es otro ancla para mí. Me encanta estar presente con mis padres y hermanos, escucharles y ser sensible a sus necesidades. Lo mismo ocurre con los pocos amigos que tengo, me mantengo en contacto con ellos y quedo siempre que es necesario.
Como he dicho antes, encontrar el equilibrio no consiste en conseguir todo lo que queremos. Es más bien un viaje, y para mí, ese viaje no es un proceso lineal. Por eso practico la gratitud. Incluso en los días en los que me siento desordenada o improductiva, me detengo para darme cuenta de las pequeñas bendiciones y logros: una buena conversación, buena salud, risas durante un partido o simplemente el regalo de la paz y la armonía. La gratitud desplaza mi atención de lo que no tengo a lo que ya tengo.
Así que, por ahora, no mido el equilibrio por lo mucho que hago al día, sino por si termino el día con paz y una sensación de propósito. Puede que aún no lo tenga todo claro, pero cada día aprendo, me ajusto y me realineo con lo que importa. Veo cada nuevo día como otra oportunidad para crecer.
Gracias por tomarte el tiempo de leer, aprecio tu tiempo y apoyo.
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