Mis pizzas son muy fáciles de hacer, son crocantes, finitas y tan ricas. Existe un maestro pizero en cada hogar, por eso hoy te voy a contar mis secretos. El primero es darle tiempo a la masa para levar, no te apures ni le agregues toda esa cantidad de levadura que sugieren. Para hacer la masa necesitas colocar en un bols una cucharadita colmada de levadura con un poquito de azúcar y media tacita de agua tibia, dejamos unos minutos que haga efecto y agregamos medio kilo de harina de trigo 000, tenemos que incorporar más agua tibia de a poco, despacio, hasta lograr una masa suave que no se pegue a los dedos y por último una cuharadita de sal. Cuando tengas el bollo formado déjalo descansar en un lugar tibio y tapado hasta que duplique su tamaño.
Ahora vamos por el segundo paso, dividimos la masa en tres bollos y los estiramos con el palo de amasar, van a quedar finitas, por último untamos con un poquito de aceite las fuentes, acomodamos la masa y las dejamos levar por segunda vez ¿cuánto tiempo? Bastante, por lo general suelo preparar la masa durante la mañana y cocinarla en la cena, esto se debe a que no me agrada el sabor de la levadura, por eso le doy mucho tiempo de leudado. Se cocinan en horno medio a alto, unos minutos. Estas pizzas tienen tres clases de queso, muzarela, cuartirolo y cremoso, el toque rústico se lo da la rúcula y la cigoullete de mi pequeña huerta y las gotitas de un delicioso aceite de oliva antes de servir. Éxitos y disfruten con todos los sentidos de esta rica receta, hasta la próxima.
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