The bathroom couldn’t take it anymore. The wooden floor, once shiny, was now swollen, dirty, and soaked. The damp stains told the story that the broken pipes had been hiding for a long time. It was time to take action.
First, the sink cabinet was removed. Out came tools, screws, and old pipes. The water had done its job: the wood crumbled at the slightest touch. Underneath, the situation was even worse. Rotten boards, moisture trapped for years, and a plumbing system on the verge of collapse.
It was time to break, clean, and start over. A dirty job, but a necessary one. Little by little, the space was cleared out, ready for a new, firm, dry, and secure foundation.
Every step in this renovation is a step toward a healthier, longer-lasting bathroom.
El baño ya no aguantaba más. El piso de madera, que alguna vez fue brillante, estaba hinchado, sucio y mojado. Las manchas de humedad decían lo que las cañerías rotas venían ocultando desde hace tiempo. Era momento de hacer algo.
Primero, se retiró el mueble del lavamanos. Afuera herramientas, tornillos y caños viejos. El agua había hecho su trabajo: la madera del piso se deshacía con solo tocarla. Debajo, el panorama era peor. Las tablas podridas, la humedad atrapada por años y un sistema de cañerías a punto de colapsar.
Tocó romper, limpiar y empezar de nuevo. Un trabajo sucio, pero necesario. Poco a poco, el espacio se fue vaciando, listo para una nueva base firme, seca y segura.
Cada paso en esta obra es un paso hacia un baño renovado, más sano y preparado para durar.
