Qué fácil es opinar sobre cualquier tema, estructurar argumentos justificando guerras.
Juzgar comportamientos, cualidades desagradables, complejos, defectos.
Escribir cosmogonías, hablar sobre otra vida, divulgar el origen de la misma ignorando el sentido de esta.
Caer en lo banal y lo trivial, porque la complejidad de las cosas aburre, fastidia y asusta.
Dar una crítica rotunda, destructora de creencias suplantadas luego por ideas, como si ambas no fuesen producto del pensamiento.
Qué fácil es, sin duda, jugar con palabras que el viento esparcirá desvinculando sus letras, dejando vocales sin consonantes, extraviando el mensaje entre la brisa por cual ondean tus cabellos.
La primera imagen pertenece a Felix Mittermeier, la última a Rachel Lynette French, ambos fotógrafos de Unsplash.com. Esta obra esta bajo una licencia de Creative Commons.