Un placer saludarlos y abrazar a todos los que disfrutamos de ser y pertenecer a esta nuestra comunidad de Green Zone que parafraseando un verso de Nicolás Guillén está siendo una "muchacha recién crecida" y propiciadora del crecimiento del ser desde todas las aristas desde la que puede ser abordado, que son todas las aristas de la vida.
Acá nada humano nos es ajeno, porque abogamos por lo universal, por el universo en uno. Hoy traigo una reflexión acerca de los abrazos, he pensado que para muchas personas que han fortalecido el lado sensible de la vida, este argumento a favor de los abrazos sea de gran significación espiritual.
También creo que a algunas personas y esto lo digo con conocimiento de causa, porque el que piense que lo ha visto y escuchado todo, sólo tiene que continuar viviendo para darse cuenta que no es así.
Lo cierto es que muchos seres, qué pena por ellos, me han expresado así sin cortapisas, que esto del valor emocional de los abrazos y sus beneficios para la salud les parece una frivololidad, que los abrazos son cosas para los seres más queridos.
Pues miren que yo tengo la práctica, que es el criterio de la verdad, para coorroborar que los abrazos tanto los físicos que son los óptimos por supuesto, pero también los simbólicos que son los que se expresan en palabras, en acciones de solidaridad, de apoyo, producen una liberación instantánea de oxitocina, la hormona de la felicidad y también de endorfinas.
Lo anterior también la ciencia lo ha demostrado en los laboratorios, midiendo sus concentraciones en sangre tanto antes como después. Luego el que quiera ir en contra de la evidencia científica ya sí está manteniendo una batalla perdida rayana en la insensatez, dicho sea sin ningún respeto. Basta ya de esa tendencia contemporánea de defender la insensatez y el absurdo como un derecho, sí es un derecho pero que no vale más que el de la razón demostrable y replicable. Usted puede decir que es un perro atrapado en un cuerpo humano, pero eso es ilógico y nos asiste el derecho de cuestionarle eso por usted y por salvar a nuestro tiempo del absurdo, y de la distracción en discusiones estériles para no pensar en problemas reales de nuestro tiempo.
Vaya nuestro abrazo, para todos, para ver si el bienestar psicológico y mental nos reorienta hacia lo que realmente importa y saca a las, sin dudas, perturbaciones mentales inducidas y las estrategias de enajenación del centro del debate y marchamos hacia el salto evolutivo que está demandando nuestra civilización. Yo desde nuestra Green 💚 Zone los abrazo hasta un nuevo post.
Texto de mi autoría, libre de IA.
Imágenes del archivo libre de Pixabay.
Versión en Inglés realizada con DeepL Apk.
ENGLISH VERSION
"Real and Symbolic Hugs"
It's a pleasure to greet you and embrace everyone who enjoys being and belonging to this Green Zone community of ours, which, to paraphrase a line from Nicolás Guillén, is a "newly grown girl" and a promoter of the growth of the self from every angle it can be approached, which are all the facets of life.
Here, nothing human is alien to us, because we advocate for the universal, for the "universe in one." Today, I bring a reflection on hugs. I've thought that for many people who have strengthened the sensitive side of life, this argument in favor of hugs holds great spiritual significance.
I also believe that for some people—and I say this with knowledge because anyone who thinks they've seen and heard it all just needs to keep living to realize that's not the case.
The truth is that many individuals, and what a shame for them, have expressed to me quite openly that the emotional value of hugs and their health benefits seem like a frivolity to them, and that hugs are things reserved for one's dearest loved ones.
Well, let me tell you that I have the practice, which is the criterion of truth, to corroborate that hugs—both the physical ones, which are the optimal ones, of course, but also the symbolic ones expressed in words, in acts of solidarity, and support—produce an instant release of oxytocin, the "happiness hormone," and also endorphins.
Science has also demonstrated the above in laboratories, measuring their concentrations in the blood both before and after. Therefore, anyone who wants to go against the scientific evidence is maintaining a losing battle bordering on insanity, said without any respect. Enough with that contemporary tendency to defend nonsense and the absurd as a right. Yes, it is a right, but it is not worth more than the right of demonstrable and replicable reason.
You can claim to be a dog trapped in a human body, but that is illogical, and we have the right to question that for your sake and to save our time from absurdity and distraction in sterile discussions, so we can focus on the real problems of our time.
Here's our embrace to everyone, to see if psychological and mental well-being reorients us toward what truly matters and takes the, undoubtedly, induced mental perturbations and strategies of alienation out of the center of the debate, so we can march toward the evolutionary leap that our civilization is demanding. From our Green 💚 Zone, I send you all a hug until a new post.
Text authored by me, AI-free.
Images from the free Pixabay archive.
English version created with DeepL Apk.
