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Hoy en día eso ya no es importante, es tan duro vivir cada día, que cualquiera de ellos es lo mismo. Cada día en el País de los "Miserables" , se convierte en sobrevivir y buscar comida y algo de seguridad para el entorno familiar. Es una agonía de correr tras cada mendrugo llamese, yuca, sardina, berengena o frjol y hacerse de él para saciar la inminete hambre que llega y duele.
Mientras se come, un pensamiento recorre la mente de todos.... y que comere en la cena o en el almuerzo; si es nocturno el anhelo a esa presa se transfiere a unas cuantas horas más como para el desayuno. Así que dormirá y soñara que cosa nos sorprenderá el nuevo día tras un sacrifico de tiempo y espacio por conseguirlo.
Es dificil conciliar el día, con otro sentimiento y pensamiento; la angustia por calmar el dolor del hambre es superior a cualquier cosa. El mal está hecho, ya nadie piensa, ni mucho menos razona el día miserable; comienza con el sol del oriente y allí con el malefico sentimiento de corre, corre por él.
La presa, el bocado que te llegará a la boca como única recompensá para tí de este día y cuál perro, abrazaras a tu amo o moveras la cola sin más sentimiento que pensar que estas saciado y te sentiras tan feliz que la proxima cita a la mesa será un nuevo momento para ser feliz otra vez.
....11 de julio 2019