Antes de salir de Venezuela compartí una cena muy placentera con mi novio y un par de amigos, fue una noche inolvidable porque prometimos que no sería la última vez que compartiriamos una comida tan rica y sobre todo que la amistad y el amor perduraría en la distancia.
Hoy recuerdo esa noche como si fuera ayer porque siguen en mi corazón. Los extraño enormemente.
El chico que nos atendió nos cayó de maravilla y hasta le pedimos que nos tomase una selfie con mi teléfono