Les debo confesar que últimamente me ha fallado un poco la musa de la inspiración, por así decirlo. A pesar de que sigo trabajando y haciendo fotos por diversión, entre una cosa y otra he tenido la cabeza un poco dispersa.
Gracias a los amigos, a veces uno puede volver a recuperar esa musa y recordar las cosas que te apasionan y el porque te apasionan. Y así fue...
Estas fotos las realice hace poco, salimos varios amigos de caracas y un amigo que vive en Socopo, estado Barinas, fue gracias a este ultimo que volví a hacer cosas de las cuales me siento orgulloso por así decirlo. Rafael tiene una mirada muy particular, muy distinta a la mía y es por eso mismo que me gusta tanto su trabajo. En esta ocasión el fue mi inspiración.
Estábamos dando vueltas por la ciudad y Maria T, vio unas florecitas silvestres, como las denomino ella y nos paramos. Con cámara en mano y mi fiel 50mm trate de salir un poco de mi zona de confort y acercarme un poco mas. Jugar un poco con el foco y a su vez un poco al misterio también, o al menos a eso quería jugar yo jajaja.
Todos hicimos fotos entre esas florecitas silvestres y recordamos que de las cosas simples, podemos sacar cosas maravillosas y recuerdos muy cálidos.
En todo hay belleza, aunque a veces nos cueste un poco verlo.
Debemos aprender a mirar mejor.
¡Nos leemos!